Diario de León

Ademar: 25 años del bautizo europeo

El conjunto leonés debutó por primera vez en su historia en la City Cup en octubre de 1996 contra el SPS Estrovolou Los de Manolo Cadenas llegaron hasta cuartos de final

ademar

ademar

León

Creado:

Actualizado:

Fue un bautizo europeo redondo. De esos que todo equipo grande sueña con protagonizar alguna vez. Aquel Ademar —todavía en pañales— apenas estaba saboreando las mieles del éxito de su ascenso a la élite del balonmano español pero su ambición, en plena ‘adolescencia’, no conocía límites. Pocos se atrevieron entonces a moverse de una foto que hoy, 25 años después, se antoja tan joven y a la vez tan lejana. El equipo de Manolo Cadenas —sí, el genio de Valdevimbre también comandaba aquella afrenta— recibía en el Palacio de Deportes a un SPE Strovolou al que ‘convencieron’ para que jugase sus dos partidos de la eliminatoria en León. Eso salía más a cuenta que viajar a Chipre. Hay cosas que nunca cambian...

El primero de esos dos enfrentamientos fue el 11 de octubre y el segundo, tal día como hoy —13 de octubre— pero con un cuarto de siglo menos. Ambos cayeron del lado ademarista con aparente sencillez. 17-30 ‘en la ida’ y 35-18 el de vuelta. «No estamos a la altura de los leoneses», dijo el técnico del Strovolou tras caer eliminados consciente del potencial de una plantilla en la que nombres como los de Juanín García, Demetrio Lozano, Garabaya, J.J. Hombrados —entre muchos otros— comenzaban a llenar titulares más allá de las fronteras del viejo Reino. La superioridad fue notoria sí pero, tal y como cuentan las crónicas de la época, un viaje largo, la ausencia de uno de sus internacionales y la siempre difícil adaptación a otro país desnivelaron la balanza ya antes incluso del pitido inicial.

Dos triunfos claros

El Ademar se midió al conjunto chipriota el 11 y el 13 de octubre de 1996, las dos veces en León

El Ademar acabaría alcanzando los cuartos de final de aquella City Cup hoy desaparecida. Fue el Tus Nettelstedt alemán quien actuó como verdugo. Pero poco importaba ya. El club y la ‘imberbe’ afición leonesa sentían que podían comerse el mundo. Los peldaños se subían de dos en dos. El germen europeo quedó implantado en un escudo que desde entonces se exige a sí mismo estar —o por lo menos pelear— para pasearse por el viejo continente cada temporada. Luego de aquella primera aventura en Europa, el conjunto ademarista se partió la cara para debutar en la Liga de Campeones —temporada 97-98— y la que fue su primera Recopa en la 98-99.

Un idilio que en la actualidad continúa intacto. Ya sin la posibilidad de levantar títulos sí, pero sabedores de que la marca ‘Ademar’ se conoce y respeta en todo el continente.

tracking