El Ademar se aprieta el cinturón

No será tarea fácil cuadrar las cuentas de cara a la temporada 2020-21 en el Ademar. El parón competitivo provocado por el coronavirus ha dejado las arcas del conjunto leonés bastante tocadas, sobre todo tras la cancelación de la Liga Asobal a falta de once jornadas para el final. Debido a la situación que se les avecinaba, desde la directiva se apresuraron a presentar dos Erte a mediados del pasado mes de marzo, convirtiéndose en el primer club deportivo de élite en acogerse a una medida que en su caso afecta tanto a plantilla, cuerpo técnico como trabajadores, cuyos sueldos dependen al cien por cien del Gobierno mientras se mantenga la medida.

Que Abanca haya confirmado su compromiso íntegro de patrocinio al club tanto este año como el próximo supone todo un balón de oxígeno, pero la cúpula no esconde que aún así el presupuesto de la 2020-21 podría reducirse hasta en un 30%. Está previsto que el próximo mes se haga un balance económico definitivo que determine si hay pérdidas o ganancias aunque el presidente del Ademar, Cayetano Franco, ya señaló hace semanas que lo más seguro es que los números negativos se extiendan hasta en 150.000 euros, cantidad que podría ser ligeramente inferior gracias a las subvenciones anuales de Ayuntamiento y Diputación.

Sea como fuere, parece imposible que el presupuesto de la siguiente campaña llegue a los 1,2 millones de euros de la actual, lo que también está condicionando los fichajes. La directiva trata de satisfacer las peticiones de Manolo Cadenas, quien todavía necesita dos o tres refuerzos más como mínimo, pero al mismo tiempo necesita que la balanza entre lo deportivo y económico no se desestabilice. Aunque es cierto que los descartes del técnico leonés se deben únicamente a cuestiones deportivas, muchos de los que no seguirán defendiendo la camiseta del Ademar la próxima temporada contaban con fichas elevadas que ahora podrán invertirse en jugadores de perfil más joven. Que el club entre en Champions, aunque remoto, puede ser también un empuje para equilibrar los gastos e ingresos, lo mismo que el hecho de poder comenzar la Liga con público desde septiembre, algo que aún está en el aire.