Diario de León

Balonmano | Liga Asobal

Un Ademar coral acaricia la Copa

Abanca Ademar 35 Puente Genil 27 Mosic, David Fernández y Carrillo lideran a un conjunto leonés que tiró de intensidad para doblegar a los andaluces

León

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Tuvo que bajar al barro el Abanca Ademar para zafarse de un gran Puente Genil (35-27) al que solo el cansancio y la falta de profundidad de banquillo le impidió competirle el partido a los de Cadenas de principio a fin. Cierto es que los leoneses fueron siempre por delante en el marcador —salvo en el minuto 21 del primer tiempo cuando los visitantes pusieron un inquietante 12-12— pero los «altibajos» de los que habló David Fernández hace apenas tres días regresaron en algunos momentos para emborronar un buen encuentro coral de los ademaristas. Y es que fueron muchos los que anotaron al menos un gol, aunque sin duda alguna los tres que marcaron las diferencias fueron, por este orden, Mosic, David Fernández y José Mario Carrillo.  

Necesitaba el Serbio un choque así para recuperar sensaciones después de su lesión. Poco a poco había acumulado minutos, pero no fue hasta ayer cuando cuerpo —y sobre todo mente— volvieron a unirse en perfecta armonía como en la mejor versión del curso pasado. Sus seis goles hicieron buenas las palabras de su técnico en jornadas anteriores asegurando que debía dar mucho más. Lo dio y además cuando el equipo se sentía más atascado. El tiro exterior funcionó a la perfección no solo gracias a Mosic sino también a David. El vallisoletano mantiene el inmenso nivel de principio de temporada y eso empieza a no ser noticia. Ante Puente Genil comenzó desatado —como todo el bloque leonés— y así continuó casi hasta el final. El parcial de 4-0 que los ademaristas colocaron nada más comenzar hizo pensar a más de uno que la batalla se antojaría sencilla. Pero nada más lejos de la realidad. Los de Francisco Bustos no se amilanaron y en el minuto 10 ya habían puesto un 6-4 que cinco minutos después hizo saltar las alarmas en el banquillo local. Cadenas había metido en pista demasiados cambios y eso le pasó factura a los suyos. En el 18 —viendo que Puente Genil se lo empezaba a creer de verdad— el de Valdevimbre solicitó un tiempo muerto crucial que recompuso la defensa y ajustó un poco el ataque.  

No acababa de sentirse cómo el Abanca Ademar, sobre todo porque ni las conexiones con el pivote ni los extremos acababan de darle soluciones a un ataque muy estático. Javier García y Juan Castro tiraron del carro del Puente Genil para dejar las espadas por todo lo alto antes de que la bocina indicara el paso por vestuarios. Hasta ese momento, los leoneses iban al trantrán, siempre por encima pero sin dar el cien por cien. Aún así se fueron tres arriba (18-15) al descanso.  

Carrillo fue una pesadilla para el Puente Genil. JESÚS F. SALVADORES.

 

El segundo acto tampoco trajo la tranquilidad al Palacio. Un 0-2 de parcial ajustaba y mucho las cosas, pero para ser justos, cada vez que el Ademar se veía con el agua al cuello era cuando metía una marcha más. Era el momento de José Mario Carrillo desde el extremo y de nuevo de David Fernández y Mosic. Los tres leyeron a la perfección la defensa planteada por el de Córdoba, que maniató en exceso a Rubén Marchán, pero no pudo contener los lanzamientos de larga distancia de los leoneses.  

Del 21-18 en el minuto 35 se pasó a un 24-20 —cinco minutos después— que acabó decantando el partido en favor de los leoneses. Puente Genil se estaba quedando sin recursos y sin fuerzas tras una entrega total en el primer acto. Todo lo contrario que el Abanca Ademar, que por fin encontró su mejor versión con tantos incluso de Donlin, que se llevó el sentido aplauso de la grada. Cadenas volvió a darle minutos a los menos habituales, pero a diferencia de lo ocurrido en la primera parte, esta vez sí que dieron el resultado que esperaba.  

También se notó la mejoría de Dino Slavic, a quien las cuatro paradas del primer tiempo le dejaron a años luz del nombre que se está labrando en la Liga Asobal. Cadenas le dedicó una de las reprimendas de la tarde por no atajar un lanzamiento lejano de los andaluces. Y debió ser mano de santo, porque acabó los segundos treinta minutos con nueve intervenciones decisivas, sobre todo en el minuto 45 con dos consecutivas que acabaron de desquiciar al rival.  

Poco a poco la distancias se ampliaron hasta los diez goles (32-22) pero con el trabajo bien hecho una jornada más, los ademaristas decidieron reservar fuerzas para el próximo y decisivo envite ante Anaitasuna. Si ganan estarán clasificados para la Copa Asobal. Ayer dieron otro paso más.

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