El Ademar se estrella en un muro

El Abanca Ademar no pudo trasladar a la Liga Asobal su actuación coral de dos días antes en la Liga Europa frente al Wisla Plock. Esta vez su fiabilidad ofensiva se estrelló frente a un rival que sacó partido a su notable defensa y el cansancio de los leoneses para sumar una importante victoria en el Palacio de Deportes (26-28) que además es la primera de su trayectoria en la élite del balonmano nacional frente a los de Manolo Cadenas.

Y todo en un pulso que se presentaba exigente pero a la vez propicio para los locales con vistas a poder recortar distancias con los rivales que le preceden en la parte noble de la clasificación. Pero pronto iban a toparse con una realidad bien distinta. Y eso que dispusieron hasta de dos ataques para inaugurar el electrónico pero la defensa y el portero cordobés Hita se lo impidieron. Si acertó ante el marco rival Javi García para situar un 0-1 que pronto encontraba respuesta en Gonzalo Pérez y posteriormente en Natán Suárez. Se pasaba al 2-1 y posteriormente en un intercambio de goles al 3-2. Piechowski, que había saltado en el siete titular, hacía el 4-2 superados los cinco primeros minutos de juego. La cosa parecía transcurrir por el camino deseado. Y más con el 6-4 anotado posteriormente por Natán Suárez. Ni los problemas físicos ni el cansancio de tanto maratón de encuentros parecía hacer mella en el Abanca Ademar.

Hasta que un parcial de 0-5 iba a decir lo contrario. Se pasaba a un 6-9 que cortaba Semedo con un lanzamiento preciso ante el que nada podía hacer De Hita, aunque esta vez los andaluces iban a impedir que el marcador volviera a voltearse como había ocurrido con el 2-1. Su consistente defensa y la aportación en ataque del leonés Juan Castro así lo plasmaban sobre un marcador apretado aunque hasta el descanso con ventaja visitante acortada a la mínima expresión tras la última acción antes del descanso firmada por el ademarista Antonio Martínez.

El encuentro estaba abierto a pesar de que a los de Cadenas se le veía poco frescos. El cansancio acumulado y la intensidad que estaba aplicando el Puente Genil estaban haciendo mella. Pero la herida no era hasta el momento tan preocupante.

Más si nada más regresar de vestuarios Feutchmann lograba devolver la igualdad al marcador con el 13-13. Incluso Jaime Fernández tuvo en el siguiente ataque leonés la oportunidad de recuperar el mando para el Abanca Ademar. Pero su acción acabó en nada tras la buena acción del portero Ahmetasevic que había sustituido a De Hita para la segunda parte (ayer los cancerberos de uno y otro se mostraron sobresalientes). Y acto seguido en el tanto andaluz. Jaime respondía enmendando el error de unos segundos antes. Pero la mano de un ex ademarista como el leonés Juan Castro con dos tantos seguidos volvía a situar al Puente Genil con un margen de dos goles (14-16).

Marchán y Semedo firmaban sendos goles para devolver las tablas y Gonzalo hacía lo propio para establecer el 17-17. A pesar de que los de Cadenas no estaban mostrando su mejor nivel el encuentro transcurría parejo y con opciones para uno y otro. Semedo devolvía la exigua ventaja a los locales con diez minutos cumplidos de la segunda parte

Lucin es placado por Da Silva y Javi García en una de las acciones ofensivas de un Ademar que no tuvo su mejor puesta en escena en ataque frente a los cordobeses. FERNANDO OTERO

La situación se tornaba en un tira y afloja con dos equipos a los que les costaba anotar y con cada acción peleada al máximo. Errores en ataque, pérdidas de balón y la actuación de los porteros Khalifa Ghedbane en el Ademar y Ahmetasevic en el Puente Genil delimitaban el camino del envite. En esta segunda parte incluso con mayores dosis de igualdad. Feutchmann y Lucin devolvían a falta de poco más de 12 minutos para que el partido bajara el telón los dos goles de renta a los de Cadenas, algo que no sucedía desde el minuto 10 de la primera parte. En el horizonte la posibilidad de sellar una remontada que condujera al triunfo. Incluso se pudo llegar al 25-22 pero el balón no quiso alojarse en las mallas cordobesas. Y ahí empezó el principio del fin. Porque Juan Castro en un par de acciones retomaba los dígitos parejos entre los dos equipos contendientes. Casqueiro hacía el 25-24 siendo la última ventaja para los ademaristas en el pulso. Javi García situaba otra vez las tablas a falta de cinco minutos para la conclusión. Tiempo suficiente para que pasara de todo en un guión que estaba muy abierto.

Pero lejos de hacerlo decantando la balanza a favor de los de casa lo hacía para los visitantes, más frescos en estos instantes definitorios y consistentes a la hora de defender. En un visto y no visto se pasaba al 25-27 con las alarmas encendidas para los leoneses. Ni el tiempo muerto solicitado por el entrenador de Valdevimbre iba a surtir efecto porque con las precipitaciones el acierto se diluyó. Hasta Gonzalo Pérez, fiable desde los siete metros, desperdició una pena máxima en un ataque que acabó con hasta cuatro lanzamientos a portería de los leoneses. La sentencia era ya una realidad.