Diario de León

Balonmano | Liga Europea

El Ademar resucita al ritmo de Gonzalo

Ademar 33 Medvedi 32 Los leoneses ponen pie y medio en octavos de la Liga Europea en un encuentro igualado que el extremo decantó gracias a su efectividad goleadora

Oleg Kisselev completó uno de los mejores encuentros a nivel ofensivo desde que el pasado verano se incorporó al Abanca Ademar. MARCIANO PÉREZ

Oleg Kisselev completó uno de los mejores encuentros a nivel ofensivo desde que el pasado verano se incorporó al Abanca Ademar. MARCIANO PÉREZ

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Agónico. Así fue el final del encuentro entre el Abanca Ademar y el Medvedi (33-32). Diez minutos de infarto donde las sucesivas exclusiones al conjunto ruso —algunas quizá algo rigurosas— y un Gonzalo Pérez iluminado decantaron la balanza en favor de los leoneses. Un triunfo por la mínima, sufrido, con demasiados errores a corregir en el futuro pero balsámico que resucita a los de Cadenas y entierra —al menos por unos días— la crisis de resultados que les penalizan en Liga. Y es que esto es Europa y aquí los ademaristas no conocen la derrota esta temporada. Sus dos puntos de ayer les colocan con pie y medio en la siguiente fase de la segunda máxima competición continental. Ahora mismo son segundos por detrás del todopoderoso Wisla Plock.

Igualdad. Así podría resumirse un choque donde ambos equipos cometieron tantos aciertos como errores en las dos áreas. No fue el día de los porteros —pese al enorme enfado de Khalifa al ser sustituido por el técnico de Valdevimbre a los pocos minutos del segundo periodo— ni tampoco de los contragolpes que tanto necesita el juego de los leoneses para no atascarse en exceso. Cadenas sorprendió con un siete inicial que en la mayoría de partidos podría tildarse de segunda unidad. Las lesiones, molestias y baja forma de hombres importantes como Natán, Jaime o Semedo obligaron a poner sobre la pista un plan B donde el más destacado, sin duda, fue Kisselev en una de sus mejores actuaciones desde que el pasado verano se incorporó al equipo, sobre todo en el apartado ofensivo. Sus lanzamientos desde los nueve metros evitaron que los pupilos de Maximov cogieran una renta de más de tres goles.

Y aunque al descanso el Medvedi mandaba de dos (17-19) la sensación era que a poco que apretaran los maristas la tendencia podía cambiar. Fue ahí cuando entró en escena la experiencia de Feutchmann para darle a los suyos algo más de mordiente. Pero aún así, un Ademar demasiado acelerado en algunas acciones ofensivas no era capaz de ponerse por encima (27-28, minuto 50). Kiselev —el de los rusos— penalizó una y otra vez la endeble defensa local con diez goles y ni Pedro Martínez ni Donlin daban para frenarle.

Y cuando todo parecía abocado al reparto de puntos o a una nueva tragedia, el Ademar se armó de paciencia, subió la intensidad defensiva y se aferró a la efectividad de Gonzalo Pérez para amarrar algo más que dos puntos.

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