El balonmano Cuatro Valles reina en La Robla

El balonmano va camino de convertirse en el deporte rey de La Robla. Una semilla que se plantó en 2008 —aunque ya mucho antes había echado raíces en la zona— y que hoy, 14 años después, comienza a recoger frutos cada vez más abundantes. Todo surge «de un grupo de jugadores de base que nos volvimos a juntar para practicar el deporte que amábamos. Después llega la integración del antiguo Santa Bárbara y de ahí los ascensos a Segunda Nacional y más tarde a Primera Nacional, con un ambiente impresionante en una fase que se disputó aquí, en La Robla», recuerda Fernando Juanes Pérez, uno de aquellos fundadores del conocido como Balonmano Cuatro Valles que ahora ejerce de director deportivo del club.

Una entidad forjada a fuego lento, lejos de los grandes focos mediáticos y huérfana, tantas veces, de los medios necesarios para brillar como desearían. Pero no hay excusa ni dificultad —por grande que sea— capaz de frenar a este grupo de ‘viejos’ amigos empeñados en construir un club que ha devuelto la pasión por el balonmano a toda una comarca. Una estructura perfectamente ensamblada que presume de contar con 70 integrantes repartidos entre su primer equipo —que milita en Primera Nacional Masculina—, el segundo —Segunda Nacional Masculina— y la joya de la corona; un equipo infantil masculino federado jugando la Liga de Castilla y León que además, junto a un alevín y un cadete, participan también en los Juegos Escolares de la Diputación de León. «Y no sólo eso, contamos con un equipo sénior masculino de baloncesto y quién sabe si en el futuro habrá más sorpresas».

Construyendo el futuro

Con un presupuesto que ronda los 50.000 euros anuales, la idea del Cuatro Valles es seguir creciendo. Paso a paso, sin prisa, pero deseosos de soñar con gestas mayores. «Estamos poniendo en marcha un proyecto muy ambicioso con la idea de que, en pocas temporadas, se pueda jugar fase de ascenso y, ojalá, ascender algún día a División de Honor Plata», subraya Fernando. 

Fichajes a cambio de trabajo

Pero si ya en la máxima categoría del balonmano español es complicado tener un sueldo que permita dedicarse en exclusiva, cuanto más peldaños se baja, peor. Por eso en el Cuatro Valles tienen diseñado un plan poder fichar jugadores de fuera que ayuden a dar ese salto. «Les ofrecemos trabajo. Llevamos semanas hablando con varios jugadores y pronto se irán conociendo nombres que llegarían al club, el proyecto es muy optimista y así es más fácil que vengan. Y en cuanto al tema del entrenador, estamos barajando distintas opciones, pero hablamos de nombres siempre con mucha experiencia y grandes resultados en el pasado. Además, también estamos en contacto con jugadores de León que ahora mismo están fuera y nos gustaría que regresaran».

Eso en cuanto a los futuribles. Pero el grueso lo conforman deportistas del municipio, que hacen lo imposible para compaginar sus trabajos con el balonmano. «La práctica totalidad de la primera plantilla trabaja en diferentes campos como educación, medicina o informática. Suelen trabajar por las mañanas y por las tardes entrenan, pero su pasión por este deporte hace que todo sea más sencillo. Desde el club les damos todas las facilidades e incluso les ofrecemos alojamiento». Obviamente, el proyecto de ascenso requiere de más fondos para poderse convertir en una realidad a corto o medio plazo. Con los 50.000 euros actuales resultará imposible. Desde el club roblano agradecen el apoyo constante que les muestran tanto el Ayuntamiento de la localidad como la Diputación. A mayores «contamos con numerosas colaboraciones del sector hotelero, deportivo, restauración, construcción e incluso del sector automovilístico. Estamos buscando nuevos patrocinadores en general y sobre todo se está ultimando una negociación con una entidad bancaria de renombre».

Cerca de 400 espectadores

El apoyo institucional y el de las empresas es fundamental para el Cuatro Valles, pero nada comparable con el que desde hace años muestran los aficionados. La pandemia, como a todo en general, ha hecho mella en unas gradas que acostumbran a rozar el lleno. «Hemos llegado a contar con alrededor de 400 espectadores en los partidos de casa. Ahora esa cifra ha bajado. Supongo que aún existe cierto miedo a la covid». Sea como fuere la entrega es máxima. La simbiosis resulta perfecta. Todos sienten como suyo un club que cuida cada detalle al máximo. Y no solo en sus equipos de ‘élite’ sino desde abajo. Para los jóvenes «supone ser el principal reclamo a la hora de elegir una disciplina deportiva. Y no sólo en La Robla, sino que el club quiere expandirse por las localidades cercanas y seguir dando una alternativa deportiva y de ocio todos los fines de semana», puntualiza. E incluso también buscan jugadores de la capital leonesa. «León está a poco más de 15 minutos de La Robla».

Jornadas de captación

Con el fin de seguir sumando jóvenes a los equipos de base, desde el Balonmano Cuatro Valles llevan años realizando jornadas de captación con visitas a los colegios, jornadas de puertas abiertas o actividades como la que realizaron la temporada pasada, donde una vez por semana «nos visitaron e hicieron entrenamientos con la base parte de los mejores entrenadores y jugadores de León como Juanín García, Isidoro Martínez, Jaime Fernández o Héctor Castresana».

Junto a Fernando forman parte de la directiva del club «Juan Alberto, el presidente, que lleva temas relacionados con atraer fondos al igual que Marino, que además es el segundo entrenador del filial. Después tenemos a Fran, entrenador del segundo equipo y responsable de temas institucionales y Santi, responsable de tramitar todo con las distintas federaciones».

Balonmano playa en julio

Por si fuera poco, desde el club amplían horizontes desde el punto de vista de organización de eventos deportivos al haber sido elegidos como parte del circuito del Campeonato de Balonmano Playa de la Federación de Castilla y León, torneo que se celebrará en La Robla del 29 al 31 de julio y en los que se espera una asistencia aproximada de unos 800 jugadores procedentes de toda la geografía española más asistentes. Y es que el Cuatro Valles no se detiene, no se conforma y sobre todo, no deja de soñar.