El Barcelona llega agotado y con un Messi errático al tramo decisivo

El Barcelona no ha llegado tan fuerte al último mes de competición. Todo lo contrario. Tras remar en contra de la corriente durante toda la temporada, se ha presentado en el mes de mayo presumiendo de la Copa del Rey conquistada ante el Athletic y sacando pecho por una meritoria remontada liguera que le ha permitido tener opciones al título hasta el final.

Pero el esfuerzo físico y psicológico le ha pasado una factura que puede ser definitiva. Además, el equipo azulgrana parece consciente de las limitaciones que le han impedido ganar en este curso los partidos en los que se jugaba algo casi decisivo y ya no parece estar capacitado para creérselo por muchas vidas que le concedan sus rivales. La fiabilidad no se puede entrenar ya. Se tiene, por experiencia y por jugadores que marquen las diferencias en defensa y en ataque, o no se tiene.

Muchos esperaban el sábado que el Barça se lanzara al ataque con todo ante el Atlético, especialmente en los últimos minutos con un 0-0 en el marcador que le alejó un poco más de título. Puede que hasta Diego Pablo Simeone creyera que ese acoso final iba a suceder con la esperanza de cazar al Barça pero no fue así.