Sin brillo, pero sin fallo

España comenzó su andadura en el Mundial de balonmano de Suecia y Polonia ante Montenegro, el rival teóricamente más fuerte del grupo en esta fase inicial. El primer partido de un gran campeonato siempre es diferente y difícil por distintos aspectos. Para empezar todos los equipos llegan con su equipo base muy fresco y con aspiraciones para hacer un buen torneo.

Las actuaciones de Simic y Gonzalo en portería, así como los lanzamientos de Vujovic por Montenegro mantuvieron la igualdad en el marcador hasta el minuto 15 de encuentro, momento en el que España aprovechó una de las numerosas exclusiones de los balcánicos en este período y la presión defensiva de Kauldi sobre Vujovic para coger una ligera ventaja, la cual aguantarían hasta el descanso. Los hispanos conectaban bien con el pivote en ataque pero sufrían en defensa.

En la segunda parte continuaría la selección de Montenegro sin descolgarse del partido frente a los españoles, e incluso acercándose, basado fundamentalmente en la excelente aportación de Simic en portería, hasta que una nueva exclusión balcánica le dio a España un parcial de 3-0. A pesar de ello Montenegro nunca le perdió la cara al partido, a pesar de sus pérdidas, salvo los minutos finales. A destacar la labor en ambas áreas de Kauldi.

Victoria que le permitirá a España rotar más alegremente ante Chile e Irán en los dos siguientes enfrentamientos de esta primera fase del Mundial para llegar bien a la exigente main round que le espera.

Sin ser un partido brillante de los de Jordi Ribera, hay que recordar que los Hispanos son un equipo que suele ir a más en los torneos. Lo han demostrado en muchos de ellos desde hace años. Confianza.