Diario de León

Balonmano | Asobal

«Con Cadenas voy a mejorar el triple que si siguiera en Cuenca»

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León

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Se confiesa eléctrico en su juego y nervioso a partes iguales, rápido al contragolpe y cada día está más convencido de que el lanzamiento exterior puede darle grandes alegrías. Llega al Ademar por su historia pero no esconde que el factor Cadenas ha sido determinante para abandonar Cuenca. Por ahora es, de los nuevos, la gran esperanza de un equipo joven pero «lleno de talento». Soñaba con conquistar una plaza tan «prestigiosa» como la de León y lo ha conseguido. Al futuro, puestos a pedir, le pide disputar los grandes campeonatos vestido de Hispano y recalar, a largo plazo, en el Barça o el PSG.

—¿Es cierto que tenía la renovación firmada con el Cuenca cuando recibe la llamada de Cadenas?

—El Ademar me llamó en octubre de 2019 para decirme que me querían pero pasó el tiempo y no volví a saber nada. Fue cuando hablé con mi representante y le dije que estudiara otras ofertas. En Cuenca me gustó lo que me propusieron y les dije que sí, que seguía, pero justo cuando ya solo faltaba firmar mi nuevo contrato recibimos la llamada de Manolo Cadenas. Más que la oferta económica lo que terminó de convencerme fue trabajar a las órdenes de Manolo, con el que iba a mejorar el doble o triple que en Cuenca.

—¿Cómo fue ese primer contacto con el nuevo entrenador al llegar al club?

—Para él sus piezas claves son el central y el pivote. A mí me pide que coja más veteranía en la dirección de juego porque quiere que sean los centrales los que manden y tengan incidencia.

—En estas dos primeras jornadas se ha visto que Natán Suárez tiene una marcha más en el juego pero Cadenas ya ha dicho públicamente que necesita mejorar...

—Ya he leído críticas que destacan que he jugado bien pero también hay que tener en cuenta los balones que pierdo o los fallos que cometo. Al central se le exige más que a los demás y eso me encanta porque al ser tan joven debo cometer errores para aprender de ellos. Y por eso estoy en el Ademar, para seguir mejorando.

—Se le ve con confianza en el lanzamiento exterior. ¿Considera que es una de sus virtudes?

—No te creas, es cierto que en Cuenca cogí más confianza en ese tipo de lanzamientos porque vi que me entraban. Mi fuerte siempre ha sido la velocidad en los contragolpes y las fintas, provocando exclusiones.

—¿Le genera presión su rol principal dentro del equipo?

—Desde el primer partido vi que Manolo me ponía de titular y que confía en mí. Cuando cometo algún error sí que me cambia y me manda al banquillo para que reflexione.

—Al margen del hecho de entrenar junto a Cadenas, ¿qué otra cosa le convenció para decantarse por el Ademar?

—La historia del Palacio. Hablaba con Mario López y me decía que la afición es increíble, que quieren mucho a los jugadores. Siempre me hablaron bien de León y cuando estaba Rafa Guijosa ya quisieron ficharme.

—¿Lo ve como un salto en su carrera?

—Sin duda. Cuando era pequeño veía al Ademar por la televisión y pensaba que jamás llegaría a ese nivel. Ahora te das cuenta que tienes que despertar, la exigencia de Cadenas no la tiene ningún otro entrenador.

—La mayoría de los jóvenes ven al Ademar como un paso intermedio antes de la élite. ¿Dónde le gustaría llegar a medio y largo plazo?

—Mis objetivos a largo plazo son jugar unos Juegos Olímpicos y un Mundial con España y una Final Four. Y no te negaré que me gustaría jugar algún día en el Barça o en el PSG. Cosas que sueñas.

—¿Qué le falta para llegar a la selección?

—Perder menos balones y contar con un mejor físico para coger más kilos, entre otras muchas cosas. Y después que se retiren los pesos pesados que lo han ganado todo y son un ejemplo. Si llega mi oportunidad la aprovecharé.

—El objetivo, al menos de puertas para fuera, es reconquistar la segunda plaza liguera y hacer un buen papel en Europa. ¿Cree que es posible pese a la juventud de la plantilla y los numerosos fichajes que se han acometido?

—Veo la Liga un poco rara por el coronavirus. Por ejemplo, el partido inicial frente a Bidasoa dijeron hasta en cuatro ocasiones que se jugaba y luego lo contrario. Estos cambios ya tenemos que estar preparados mentalmente porque habrá semanas de carga y otras de velocidad y eso influye. El equipo, aunque está aún un poco verde, va dando buen nivel. No marcamos objetivos, vamos a partido a partido y a ganar todo lo que se ponga por delante.

—¿Quiénes son los jefes del vestuario?

—Por veteranía Carrillo y también Feuchtmann.

—¿Qué compañero le ha impresionado?

—Los extremos, por la calidad que tienen, y de primera línea con el que más me reflejo es con Tin Lucin, que hace algunos entrenos espectaculares. Pienso que puede ser el próximo Duvnjak. Si no se deja influir por nada puede llegar muy lejos.

—Lo que tiene muy buena pinta este año es la portería del Ademar. ¿Considera que puede ser una de las mejores duplas de la Asobal?

—Sin duda. El otro día estuve hablando con Pau Guitart —portero de Puerto Sagunto— y vio el primer partido con Benidorm. Alucinaba con el partido de Slavic. Me dice que tenemos grandes extremos, laterales, centrales, pivotes... «no os hace falta nada y los porteros que tenéis son impresionantes». A Khalifa le falta tiempo.

—¿Ha pasado mucha factura a la hora de recuperar el ritmo de competición el periodo de confinamiento?

—Desconectas mucho.

—Este sábado llega la primera salida del equipo. ¿Hay presión?

—Yo es que soy muy nervioso. Presión hay sí y Puente Genil en casa es muy difícil. Esperemos dar una buena imagen.

—¿Le gusta este sistema de Liga de todos contra todos?

—Yo personalmente prefería una Liga de dos grupos. Pienso que 34 jornadas si se da un Covid será un lío parar todo dos semanas. Así habría más tiempo libre en caso de suspensiones.

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