Diario de León

Fútbol | Primera División

El caos se apodera del Madrid

Solo Benzema sacó el orgullo en el tramo final pero fue insuficiente y los blancos prolongan su mal momento (2-1)

Vinicius no tuvo su día, muy perdido en la banda y sin rematar a puerta en todo el encuentro. E. F.

Vinicius no tuvo su día, muy perdido en la banda y sin rematar a puerta en todo el encuentro. E. F.

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El Madrid cerró su semana trágica en Barcelona con una justa derrota ante el Espanyol (2-1) que le deja muy tocado para el parón de selecciones. No había caído aún el equipo de Carlo Ancelotti en esta Liga loca, pero esta derrota ante un adversario que le desnudó en Cornellà agrava la sufrida en Champions ante el Sheriff Tiraspol.

Solo Karim Benzema, orgulloso, líder y ganador, se salvó de la quema en un partido horrible. Marcó un golazo que acortó diferencias y en esos últimos veinte minutos los blancos al menos tuvieron al menos vergüenza torera para buscar el empate. Sufrieron la anulación de dos goles por sendos fueras de juego, pero antes el equipo de Vicente Moreno pudo haber sellado una goleada al contragolpe. Salvando las distancias entre los contendientes, se pareció mucho el desarrollo de este partido al planteamiento, nudo y desenlace del duelo del pasado sábado entre el Atlético y el Barça en el Metropolitano.

No estaba bien el Espanyol, que solo había sido capaz de ganar al Alavés desde su regreso a Primera, pero el Real Madrid le dio vida por su tremenda confusión táctica. A Carlo Ancelotti le gusta mover el árbol para tener a toda su plantilla motivada, pero en esta Liga no conviene tampoco hacer mucho cambio porque cualquiera te pinta la cara. Desde luego, el equipo blanquiazul demostró estar mucho mejor trabajado desde el banquillo que un adversario que se presentaba como líder. Jugó siempre a favor de corrriente el cuadro perico porque pronto marcó un golazo, obra de Raúl de Tomás tras una internada por la derecha de Embarba que sacó los colores a David Alaba.

Cinco días después de caer ante el campeón moldavo, Ancelotti no solo cambió jugadores sino también posiciones y armó un buen lío. Su equipo fue una caricatura en el primer período, donde solo en los diez primeros minutos inquietó a los locales con un par de tiros de Benzema a las manos de Diego López. El resto, un quiero y no puedo frente a un adversario muy bien organizado atrás, más activo, más impetuoso, más vertical y más decidido a terminar las jugadas.

El Madrid jugó sin un ancla definido y fue muy vulnerable. Casemiro estaba mal y tuvo descanso hasta el 2-0, pero el remedio todavía fue peor. Raúl de Tomás hizo el primero en una contra de libro de los pericos que el delantero remató dejando en evidencia a la defensa blanca. Aleix hizo el segundo también ante la pasividad de los blancos. Solo Karim pudo marcar pero fue insuficiente. El árbitro anuló dos goles a los madridistas —bien anulados— por sendos fueras de juego y el Madrid hizo aguas en una semana para olvidar.

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