Carlos Sainz se encarama a la tercera plaza en la segunda cita

Sólo faltan cuatro especiales cronometradas para que termine en Montecarlo la primera prueba del Mundial de Rallies 2003, y los tres Citroën Xsara WRC oficiales copan las tres primeras posiciones. Sebastien Loeb se situó líder al término de la segunda etapa, después de que Marcus Gronholm perdiera más de 30 minutos. Tras el francés, sus compañeros de equipo, Colin McRae, y el español Carlos Sainz. Markko Martin se clasificó cuarto con el Ford, seguido de los tres Peugeot 206 WRC de Richard Burns, Cedric Robert y Roman Kresta. El día comenzó con la anulación de la especial 7, debido a la gran afluencia de público. De esa forma, los 40 vehículos que quedaban en carrera sólo tuvieron que disputar tres de las cuatro especiales de la segunda jornada. Las carreteras estaban secas, con algunas placas de hielo. Fue en la siguiente especial cuando Loeb arriesgó, venció y se situó a sólo 13 segundos de Gronholm, líder desde la primera cronometrada. El francés de Citroën estaba en plena forma, y demostraba, tramo a tramo, que conocía a la perfección las carreteras por donde discurría el rally. Sainz también hizo una estupenda especial y subió un lugar en la cronometrada. Se colocó cuarto, por detrás de McRae. El percance más llamativo e importante ocurrió durante la novena especial. Gronholm chocó contra una gran piedra en la bajada del «Col de Bleine». El 206 WRC resultó seriamente dañado, y Gronholm tuvo que ir al ralentí para poder finalizar la especial. Al llegar a meta, había perdido 30 minutos que le arrebataron el liderato y muchas posiciones en la clasificación general, bajando hasta el puesto 13º. Las aspiraciones de Peugeot en este rally se habían acabado. Panizzi había abandonado poco antes y Burns, ocupaba la 5ª posición. Pero se produjeron también otras dos bajas. Freddy Loix (Hyundai) se salió de la pista, y dejó sin ningún Hyundai oficial en carrera. El primer «scratch» de Sainz en el Montecarlo 2003 es significativo.