Una carrera imprevisible que asume más desafíos que nunca, incluida la amenaza del coronavirus
En pleno Año Nuevo arrancará una nueva edición del raid más duro del mundo, que este año lo será aún más. El Dakar 2022 queda innegablemente marcado por el miedo a que los últimos coletazos de la covid revienten la burbuja del raid en Arabia Saudí, algo que hasta el último instante mantendrá en alerta a todos los competidores, periodistas, mecánicos. Como si el Dakar no fuera ya suficientemente duro.
Y es que más allá del miedo a los contagios, que estará muy presente en todo el Dakar, esta tercera visita al desierto árabe volverá a ser un reto de navegación. Desde la organización han prometido que no habrá jornada tranquila. Ni siquiera el prólogo: serán 19 kilómetros de especial.
La primera gran criba será en la etapa 2, la del día 3 de enero: primera parte del maratón, entre Ha’il y Al Artawiyah. No habrá calma: la cuarta etapa será el día más largo de esta edición, con casi 500 kilómetros cronometrados. Los que lleguen al descanso del día 8 de enero, en Riyadh, podrán darse por contentos, antes de afrontar la segunda semana del raid, que será la más compleja.
Más dunas, más navegación, pistas pedregosas y el cansancio acumulado retarán a todos los competidores, con especial atención al bucle de Bisha en la penúltima etapa antes de pisar, de nuevo, Jeddah.