Diario de León

La caza menor baja el telón

El domingo concluye la temporada con un balance en clave positiva para el conejo y la perdiz La liebre, otra de las piezas demandadas, no cumple con las previsiones

Un cazador en una jornada en el campo leonés. Y en una temporada en positivo. JESÚS F. SALVADORES

Un cazador en una jornada en el campo leonés. Y en una temporada en positivo. JESÚS F. SALVADORES

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León

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La temporada de caza menor bajará el telón el próximo domingo 24 de enero. Y lo hace con un balance en clave positiva en la provincia de León pero con un pero, la liebre. Si bien en otras de las dos piezas más demandadas como el conejo y la perdiz el resultado para los cazadores puede considerarse como más que aceptable, en el caso de la liebre y aunque se preveía que su número fuera elevado como ha sucedido en los últimos años, esas perspectivas no se han cumplido con una población menor de la esperada e incluso con la aparición en ciertas zonas de ejemplares muertos.

En una campaña en la que la caza, como todas las facetas de la vida, también ha estado marcada por la pandemia del coronavirus, las medidas de seguridad y sanitarias establecidas en las cacerías y monterías (algo que esta puede acometer de una manera exitosa) han posibilitado que desde el 25 de octubre de 2020 y hasta el próximo 25 de enero la actividad se haya desarrollado sin sobresaltos. A expensas eso sí de que sobre el terreno algunas de las perspectivas e ilusiones depositadas no se hayan cumplido como es el caso de la liebre, cuy población por diferentes motivos no ha sido la prevista. Aunque no se sabe de manera exacta qué puede haber sucedido, las poblaciones de una de las piezas más apetecidas de la caza menor se han visto reducidas de manera considerable hasta el punto de que su presencia en algunas zonas de la provincia ha sido residual. Y en las que sí ha estado su número tampoco ha sido el adecuado o esperado.

En cuanto al conejo se puede decir que sucede todo lo contrario. Al igual que en los últimos años aunque existen zonas en las que no termina de adaptarse también es cierto que su número es elevado e incluso superior a la de las últimas campañas, algo que ha llevado a los propios cazadores a elevar una petición, la posibilidad de que la temporada para el conejo se pueda ver ampliada en fechas con el fin de evitar que la superpoblación pueda tener efectos negativos a nivel cinegético.

Por lo que respecta a la perdiz las cifras también pueden considerarse notorias siempre en clave positiva. Con la presencia de bandos en una buena parte de zonas de la provincia. Ejemplos como el de Tierra de Campos son claros con numerosos ejemplares presentes desde el inicio de la temporada a finales de octubre que en cifras se mantienen hasta hoy en día, justo en la recta final de una campaña que bajará el telón el domingo el 24 de enero.

Todos estos datos dan de sí una campaña positiva. Bien es cierto que ha podido ser mejor pero al menos ha respondido en líneas generales a las previsiones. En el conejo y la perdiz aunque no en el caso de la liebre. Dos notas positivas y una negativa que en el global inclinan la balanza hacia el primer apartado.

Jabalí numeroso

Fuera de la caza menor, y en el caso del jabalí al que todavía le quedan unas semanas, el escenario también está siendo propicio para los cazadores. Incluso más de lo esperado. Prueba de ello son las numerosas piezas cobradas. Si en los años pasados se podían cobrar en alguna cacería seis o siete ya contando con una excelente jornada, hoy en día y en el caso de la presente temporada se superan la decena. Este hecho constata el gran número de ejemplares. Algo que no es nuevo en los campos de la provincia leonesa. La tónica incluso va en aumento con poblaciones numerosas incluso ampliando el radio de acción a escenarios que hasta no hace mucho no eran propicios. Y hoy si lo son,

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