Diario de León

Caza

Los cazadores leoneses miran con interés el próximo ejercicio

Caza mayor y menor cerraron la campaña en la provincia en positivo

Un cazador junto a su perro en una jornada. JESÚS F. SALVADORES

Un cazador junto a su perro en una jornada. JESÚS F. SALVADORES

León

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Caza menor y caza mayor han pasado a un segundo plano en estas fechas tras finalizar las fechas de actividad en ambos casos. La más tardía la mayor especialmente con el jabalí como pieza estrella... y además muy numerosa por su alto porcentaje de población en los últimos ejercicios.

Por lo que respecta a la caza menor la temporada transcurrió más o menos como se esperaba aunque en cierta medida las perspectivas eran un poco mejores. No obstante las cifras han sido más que aceptables teniendo en cuenta diferentes condicionantes, entre ellos la crisis sanitaria del covid que ha impregnado a todas las actividades de la vida. Otro aspecto a tener en cuenta es siempre el poblacional y en este caso en conejo o perdiz se puede decir que ha dejado esta campaña un sabor de boca positivo. Por lo que respecta a la liebre ha sido de forma desigual y tal vez con zonas en las que la ilusión de los cazadores se tornaba con la realidad de pocas piezas que poder cobrarse.

A pesar de todo con el paso de las semanas la situación fue mejorando para abrir las puertas a la esperanza de cara a la campaña estival en este caso de media veda por la que esperan ya con sumo interés los cientos de aficionados que existen en la provincia leonesa a la caza.

Mirando al futuro
Los cazadores esperan que la próxima campaña de media veda sea satisfactoria

En lo referido a la caza mayor el gran protagonista ha sido como viene sucediendo desde hace años el jabalí. Y en gran medida por su alta población aunque no del todo homogénea a lo largo y ancho de la provincia. Las monterías han contado con un bagaje más que aceptable a pesar de que estas se han reducido en este año. Jornadas con un buen número de piezas para poder cobrarse han sido la tónica destacada en el caso de los campos leoneses.

Algo que ya se esperaba y que en los últimos años ha traído consigo más de una problemática entre los que precisan una mayor regulación para evitar un exceso de población de este cochino salvaje con el fin de que puedan eliminarse algunos problemas causados. Y también para que con un censo inferior se pueda controlar mejor e incluso repercutir de manera favorable en las opciones de mantenimiento del jabalí en sus hábitat más favorables. Eso sí, ahora toca mirar y establecer pautas para que la próxima temporada mejore a la recién clausurada.

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