Diario de León

FÚTBOL. SEGUNDA DIVISIÓN B

La Cultural regala fútbol de líder

Así abrió el camino de la victoria de la Cultural el remate de cabeza de Jorge Ortí tras un envío perfecto desde la banda izquierda de Julen Colinas. JESÚS F. SALVADORES

Así abrió el camino de la victoria de la Cultural el remate de cabeza de Jorge Ortí tras un envío perfecto desde la banda izquierda de Julen Colinas. JESÚS F. SALVADORES

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ÁNGEL FRAGUAS | LEÓN

Despedida del año en el Reino de León con campanadas de juego de categoría. De otra categoría. La Cultural sonó a música celestial en una segunda parte que ni el rival la hizo desafinar. Sí lo intentó durante el primer acto del concierto de los domingos. Lo que tardó el director de orquesta en hacer un surco al lado de su banquillo. Sólo le faltó la batuta a Rubén de la Barrera para extrapolar su recorrido por la banda al que desarrolla el que se encarga de acompasar casi milimétricamente los sonidos con motivo de una obra sinfónica. Esta Cultural deleita. Frente al filial del Valladolid volvió a dar otro destello a León para que abarroten cada domingo el Reino (3-0).

Fútbol en estado puro. Ese que ha instaurado Rubén de la Barrera. Juego combinativo, verticalidad, fuerza, calidad y no desfallecer jamás. Y el que lo haga, que se enfrente a ‘Mou’... relo.

Rubén de la Barrera y su grupo de artistas dio una lección que va más allá de lo deportivo al Real Valladolid. Un club que busca casi con ansiedad que su primer equipo suba a Primera División, no debe dar sensaciones de estar por encima del resto cuando la realidad muestra que no lo está y afirmar que tiene jugadores como Toni... y otros a patadas. El técnico que está haciendo florecer el culturalismo a golpe de partidazo cada domingo desde que comenzó la temporada, se encargó de acabar con la mejor racha de las ocho últimas jornadas del filial pucelano. Volvió a colgar dicho cartel encima de la puerta del vestuario de la Cultural. De la Barrera huele a perfume de primera. Sobre todo, por el olor de su capacidad. Por lo que desprende en el partido de los domingos. Hay buenos preparadores y malos entrenadores. Los primeros llevan por el libro el trabajo, los detalles, los entrenamientos semanales, las charlas diarias a la plantilla y a la prensa. Pero no actúan con la misma diligencia cuando llega el partido del domingo. Que a fin de cuentas, es lo que interesa. Y en este cometido, De la Barrera está de diez. Si algo se atasca. Si no va. Si no funciona. Para desatascarlo está el entrenador desde la banda. Un surco al lado de su banquillo para encontrar la solución con la mirada a veces arriba, en el cielo, otras en su segundo Mourelo y casi siempre con el ojo acompañando a sus enérgicas correcciones en el campo de batalla. Un técnico desatado que lo único que busca es dar a León el mejor regalo. No el de Navidad ni el de Reyes, que es lo más próximo, sino dar a todo el culturalismo el gustazo del verano. El ascenso a Segunda División.

Cuarenta años anhelándolo. Con De la Barrera detrás y un grupo de futbolistas que son de otra categoría, la Cultural se despidió hasta el año que viene. El de hacer realidad los sueños de una Navidad que se presenta más blanca que nunca.

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