Cunde la alarma por la escasez de jóvenes talentos

La temporada más gloriosa de atletismo español en categoría sénior, reflejada en 62 medallas internacionales a lo largo de 2002, coincidió con un descenso en los resultados de las categorías inferiores que han hecho cundir la alarma en la Federación Española. El atletismo español, si no media un cambio de tendencia, está en trance de convertirse en un gigante con pies de barro, a juzgar por los resultados obtenidos durante la última temporada en todas las categorías por edades. La selección sénior alcanzó el año anterior cotas impensables hace sólo dos años: 11 medallas en los Europeos en sala de Viena, 15 en los continentales al aire libre de Múnich y una colecta general de 62 medallas internacionales. Frente al éxito de los mayores, la selección júnior se debatió entre la escasez de efectivos y la penuria de resultados. Por primera vez en las diez ediciones de los campeonatos del mundo de la categoría, España regresó de Jamaica sin metales, y frente a los seis finalistas de 2000, con la mitad. España, además, había viajado a Kingston con el equipo más reducido en la historia del torneo (20 chicos y 7 chicas). No fue posible, por falta de marcas, congregar a un grupo más amplio. La Federación Española, que celebró este fin de semana su Gala y su asamblea anuales, se ha propuesto descubrir, a lo largo del año entrante, las causas de esta escasez de nuevos talentos para en 2004 adoptar medidas tendentes a descubrir nuevos valores que puedan suplir con garantías a la presente generación dorada. El programa de captación de talentos figura entre los objetivos prioritarios de la Federación Española. «Los pobres resultados y la participación decreciente en los campeonatos de categorías inferiores, tanto nacionales como internacionales, demuestran que algo pasa y es preciso tomar medidas con urgencia», afirmó el presidente de la Federación Española, José María Odriozola, ante los asambleístas. Durante el año 2003 la Federación recabará información de las territoriales.