David Vidales hace de Imola su reino

Ganar en cualquier circuito con vitola de mundialista es siempre gratificante. Más si se hace en casa de una de las escuderías míticas como Ferrari. Vestido de rojo y con la ambición propia de los campeones, el piloto leonés regresaba a una pista que le ha reportado jornadas de gloria, entre ellas sus dos triunfos en el estreno de la Fórmula Renault hace menos de nueve meses. Y ayer no podía ser de otra manera. Máxime con un año más de experiencia con los monoplazas. Y con un coche al que está sacando sus mejores prestaciones.

Ya lo había avisado en los entrenamientos libres del viernes con un cuarto y quinto puesto. Y en la primera de las clasificatorias del sábado con un cuarto que bien pudo ser el mejor si una bandera amarilla no le hubiera impedido acabar su vuelta rápida que apuntaba a pole. Daba lo mismo. Para Vidales ningún reto es imposible y en la segunda clasificatoria ‘volaba’ para firmar el mejor registro justo por delante de su compañero de equipo en la escudería Prema, Paul Aron. Fue por 44 milésimas pero suficiente para ocupar el puesto más relevante en la parrilla, el mejor para acometer su primer reto en el circuito Enzo y Dino Ferrari que precisamente este fin de semana acoge la segunda entrega del Mundial de Fórmula 1.

La mitad del trabajo estaba hecho aunque faltaba rematar la faena. O lo que es lo mismo, mantener ese liderazgo a lo largo de la media hora de carrera. Y eso con rivales de altura y notable peligro como Aron, Quinn, Hadrien o Saucy, candidatos como David a luchar por el título de campeón de la Fórmula Regional Europea by Alpine (fusión de la Fórmula 3 Regional y la Fórmula Renault). La salida no pudo ser más solvente para David que lograba fajarse no sólo de Paul Aron al que tenía a su lado, también de un impetuoso Alex Quinn que lograba remontar una posición para situarse a la estela del leonés. Vidales aguantaba el tirón e incluso lograba una renta de medio segundo. Hasta que apenas transcurridos tres minutos Nicola Marinangeli sufría una salida de pista obligando a la salida del safety car. Contratiempo para David que veía como se reagrupaban todos los pilotos durante un par de vueltas. Con el coche de seguridad ya fuera y la carrera relanzada cobraba nuevamente un margen que en un visto y no visto se iba al segundo respecto a Quinn mientras que David y Aron se dejaban entre los dos y tres segundos. La lucha por el peldaño más alto del podio parecía cosa de dos. Hasta que el trompo de Haverkort en el ecuador de la carrera volvía a reagrupar el grupo con un nuevo safety car. No fue el último ya que en el tramo final con Vidales lanzado hacia el triunfo con cierta solvencia volvía a salir. Eso sí, sin impedir que el leonés cruzara la meta con la bandera a cuadros como vencedor y primer líder del certamen. Hoy segunda carrera y posibilidad de apuntalar su privilegiada situación en lo más alto.