Diario de León

Cuatro décadas de pasión y amor al periodismo

Roberto Arias escribe su última crónica como protagonista de la emotiva despedida por su jubilación de sus compañeros del Diario de León

Roberto Arias, en el centro, estuvo arropado por los compañeros con los que tantos días de trabajo ha pasado. Su familia periodística. SERGIO

Roberto Arias, en el centro, estuvo arropado por los compañeros con los que tantos días de trabajo ha pasado. Su familia periodística. SERGIO

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‘La vida no se trata de cuánto avanzamos, sino de las huellas que dejamos. Puedes dejar huellas en la vida, en las personas, en el corazón, en tu propio camino y en el de otros’. Roberto Arias Diez sin duda alguna lo ha hecho en tantos y tantos compañeros y compañeras que han compartido horas, días y años, desde aquellos primeros pasos en los que el periodismo aún no había alcanzado esos caminos marcados por las nuevas tecnologías hasta los actuales en los que también mostró su sello.

Para este reportero de la realidad, en su caso deportiva, la vida ha sido y será la de informar. Desde ahora con su jubilación en su segundo plano pero siempre atento a cualquier acontecimiento. De su fútbol, del fútbol sala del que muy pocos, casi ninguno saben más que él... en suma de la vida. Cuatro décadas son un recorrido suficientemente amplio para un redactor de casta cuyo trayecto ha estado vinculado siempre al ‘decano de la prensa leonesa’, el Diario de León.

Por eso sus compañeros y compañeras, más bien como apuntaba emocionado en su palabras de agradecimiento, su familia, no quisieron que ese adiós a la silla y el ordenador en la redacción se quedara en sólo eso. Roberto Arias se merecía un homenaje en su jubilación. Bien es cierto que ya ha tenido unos cuantos, pero tal vez el de ayer fue el más emotivo. No se lo esperaba porque en un momento en el que tienes que mirar al horizonte desde otra perspectiva prefería decir adiós de una forma más callada.

Y menos con tantas caras y ojos también felices por verlo feliz. La comida fue lo de menos. Lo importante es que una vez más la redacción del Diario de León ocupó mesa y mantel para que todo un veterano del papel, de una información que se resiste a morir a pesar de las nuevas tecnologías, escribiera su última crónica. Menos deportiva y más social.

«Sois una parte de mi vida. Sois también mi familia. Con los que he compartido momentos buenos y malos. Pero siempre me quedo con los buenos. Con la amistad que os profeso y con el cariño que todo un veterano del periodismo como yo puede hacer extensiva esta gratitud. Gracias por preocuparos por mí y por el cariño que me habéis dado compañeros». Una portada del periódico a modo de recuerdo y también de sano humor, un reloj que marca las horas que aún, y muchas, le quedan por vivir y un coche (por fin puede conducir y sentarse como piloto, aunque sea a modo alegórico dado el tamaño del cuatro ruedas con el que se le hizo obsequio) fueron los presentes de unos compañeros que siempre van a recordarle. Tantos años dan para mucho y para vivir tantas cosas que el tiempo no podrá borrarlas. Por muchos años más... y siempre con el sello de Roberto Arias Diez.

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