La Deportiva se hace fuerte en casa

La Deportiva se apuntó la segunda victoria del campeonato y el quinto encuentro seguido sumando al batir por 2-1 al Real Oviedo, colista de la clasificación que se adelantó en el marcador. La remontada que se quedó a medias ante Real Zaragoza y Lugo, se concretó ayer con dos goles en cinco minutos, que neutralizaban el inicial de Ortuño para dejar la victoria en El Toralín y poner al conjunto de Bolo en una situación clasificatoria muy cómoda. De hecho, a la finalización del partido el equipo se colocaba de forma provisional en puesto de play off. Además, la distancia con respecto a la zona de descenso es ya de cuatro puntos.

Bolo recuperó para el once inicial a los cuatro que no jugaron el otro día de inicio en Lugo: Yuri, Larrea, Isi y Russo. La novedad fue la ausencia de Trigueros en el eje de la defensa, manteniéndose en el equipo inicial Fabián Noguera. Javi Rozada optó por Lucas en el lateral derecho y con mucho músculo en la parcela ancha La mediapunta y la delantera asustaban.  

La primera parte fue fea, con muchas interrupciones (24 faltas), lesiones, cambios, errores, pocas llegadas y casi sin ocasiones. A la Deportiva le costaba mucho superar la presión del ayer equipo naranja y no se le veía cómoda en el terreno de juego. En el primer tiempo no disparó entre maderas. Con su gente de ataque muy vigilada, fueron los dos mediocentros los únicos que chutaron. Larrea lo hizo en dos ocasiones y Óscar Sielva en una. Los tres disparos corrieron la misma suerte: muy altos. A la Ponferradina incluso le faltaba aplomo a la hora de colgar balones en acciones de estrategia.  

Sin hacer gran cosa, el Real Oviedo tuvo dos ocasiones. La primera llegó en un centro desde la derecha que Joselu cabeceó a las manos de Manu García. Y la segunda, una acción personal de Saúl Berjón, que se marchó de Yuri y de Son y que disparó desde el costado del área con el exterior al primer palo, pero Manu García estuvo atento y envió a córner. También por momentos, quizá por no haber jugado juntos hasta ahora, el centro de la zaga berciana dejó huecos peligrosos. En uno de ellos Manu tuvo que salir del área y le dio con la mano. Sólo fue amarilla y el equipo berciano evitó quedarse con diez y tener que realizar el tercer cambio en la primera parte. Porque para entonces Luis Valcarce y Nacho Gil ya se habían tenido que marchar lesionados. Era la banda izquierda al completo. Maxi Villa y Pablo Valcarce fueron sus sustitutos.  

El segundo período fue distinto al primero, aunque también con bastante juego detenido. Se acumularon al final 40 faltas. El Real Oviedo seguía cómodo, encontraba algunos resquicios en la zaga berciana y daba más sensación de peligro. En el primer minuto Joselu recibía un balón a la espalda de Russo y un poco escorado mandaba el balón al poste, casi a la cruceta. Aviso de lo que poco después sería el 0-1. Centro de Saúl Berjón desde la izquierda, Russo fuera de sitio, Noguera teniendo que atender a dos y Ortuño libre de marca anotaba de cabeza el 0-1. Segundo gol encajado en El Toralín en la Liga por parte del equipo berciano y tercer partido en el que se veía por detrás en el marcador tras el 0-0 inicial. Y como pasó en los anteriores, ante Real Zaragoza y Lugo, el equipo berciano fue capaz de reacciones. Y lo hizo pronto. Cinco minutos después del tanto del centro delantero del cuadro ovetense, que suma cinco de los siete goles de su equipo, una acción de picardía le permitía empatar a la Ponferradina. Falta en el centro del campo que saca Isi con celeridad mientras el rival se recomponía y colocaba, Yuri recibe a la espalda de la defensa y ante la desesperada salida del portero le coloca una gran vaselina que supone el empate. La reacción, rápida y precisa. Era el primer tiro de la Deportiva entre los palos de Champagne. Y el segundo acabaría del mismo modo otros cinco minutos después. Acción combinativa que llega a Yuri en la frontal del área, quiere filtrar un pase hacia la izquierda, pero golpea en un defensa y se va a la derecha, a las botas de Pablo Valcarce, que de tiro cruzado anotaba el tanto de la remontada. Era el 2-1 en el minuto 64.  

La Deportiva se asentó en el campo y trató de aprovechar huecos, aunque el Real Oviedo no quemó naves con los cambios hasta el final y tampoco arriesgando a lo grande.  

El cuadro del Principado siguió intentándolo sobre todo por la derecha con balones a la espalda de Maxi Villa. Sangalli, muy activo, puso un centro que no pudo rematar Joselu. La Deportiva lo siguió intentando sobre todo con balones buscando también la espalda de la zaga para intentar enlazar con Yuri. Pero Champagne y Carlos Hernández se mostraron atentos y no dieron más opciones al goleador blanquiazul de la formación local.  

Asier Benito sustituyó a un Kaxe al que se le vio menos que en partidos precedentes y que posiblemente acusó el golpe en la cabeza, que le produjo una brecha.  

Un regalo de la defensa asturiana estuvo a punto de aprovecharlo Yuri para fusilar, pero un defensa se cruzaba para evitarlo.  

Se esperaba que el Real Oviedo se fuese en tromba arriba en la parte final, pero eso no sucedió e incluso en los minutos finales la Deportiva ni sufrió.  

Rozada metió en el campo a Ibra para intentar tener más presencia en ataque y fue éste el que gozó de la penúltima ocasión en un centro de Joselu. El remate de cabeza fue demasiado centrado y lo atrapó sin problemas el guardameta de la SD Ponferradina. Era el minuto 81. Y en el 85 lo intentó el autor del gol. Ante las dificultades para llegar en jugada combinativa, Alfredo Ortuño se hizo con un balón en la frontal del área y disparó, pero su lanzamiento centrado acabó de igual modo en las manos del arquero sevillano del equipo local. En los últimos cinco minutos y en la corta prolongación ya no pasaría nada y los puntos se quedaron en casa para el júbilo del equipo local. El ambiente en El Toralín fue fenomenal, con la presencia de numerosísimo público visitante, lo que propició la mejor entrada de lo que va de temporada.  

La próxima cita para las huestes bercianas será el sábado desde las ocho de la tarde en el Martínez Valero ante el Elche CF.