Donlin se gana a Cadenas

Llegó al Abanca Ademar el pasado año casi de rebote, con una beca del ejército de los Estados Unidos y en principio para acumular experiencia en la élite durante una temporada. Lo de jugar partidos era harina de otro costal. Pero lo cierto es que Drew Donlin ha pasado del ostracismo más absoluto a ganarse un puesto como titular en el esquema defensivo del Abanca Ademar. Y no precisamente en los partidos sencillos ni en minutos de la basura. El pivote lleva dos semanas acumulando minutos de calidad atrás e incluso se ha quitado los complejos en la faceta ofensiva. Obviamente en ataque Rubén Marchán es la referencia, pero ahora al menos hay una alternativa fiable cuando el internacional español pasa por el banquillo para descansar.

Algo especial debió ver enseguida el de Valdevimbre ya en la 2019-20 —donde es cierto que apenas contó— porque en más de una ocasión declaró que entrenaba como una bestia, a un nivel muy por encima de la media. El club y el propio jugador presionaron a las Fuerzas Armadas estadounidenses para que le cedieran una campaña más —no suele ser lo habitual— y vista la repercusión que tuvo en su país su presencia en el Ademar, la respuesta fue sí. De hecho le concedieron el premio al mejor deportista de 2019 del ejército.

Pero Donlin no quería quedarse en León otro año como mera comparsa. De hecho, tal y como reconoció a este periódico el pasado verano, estaba convencido de que este curso podía dar un salto importante en sus prestaciones. Más allá del tópico, el ‘12’ ademarista ha seguido creciendo en silencio, sin un mal gesto dentro del vestuario según cuentan sus propios compañeros y ahora, está empezando a recoger los frutos. Las primeras veces casi todo el mundo pensó que Cadenas lo puso obligado por las bajas y el mal rendimiento del equipo atrás, que sería algo testimonial. Pero Nada más lejos de la realidad. Donlin ha dado un paso de gigante. Aún le falta mucho sí, pero sus 2,02 metros de estatura se antojan básicos en una defensa que no anda sobrada. Habrá que ver cómo evoluciona, aunque parece que empieza a recoger los frutos sembrados.