Diario de León

España se juega su prestigio a una carta

Los de Luis Enrique tienen una última oportunidad de entrar en octavos de final de la Eurocopa ante una Eslovaquia que ya derrotó a los españoles hace siete años en Zilina cuando venían de ser campeones del Mundo y de Europa con Vicente del Bosque. De sumar los tres puntos mañana, la selección podría incluso pasar como primera de grupo.

Los integrantes de la selección española entrenan con la intención de llegar al partido de mañana frente a Eslovaquia en el mejor estado físico. PABLO GARCÍA

Los integrantes de la selección española entrenan con la intención de llegar al partido de mañana frente a Eslovaquia en el mejor estado físico. PABLO GARCÍA

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La selección española se juega todo a una carta ante Eslovaquia en la tercera jornada de la Eurocopa 2020, en el que será séptimo enfrentamiento ante una selección que le derrotó hace siete años en Zilina y con el dulce recuerdo de otro cruce decisivo, el que protagonizaron en la repesca del Mundial 2006.

Eslovaquia es una selección joven en el panorama europeo. Nació en 1992 tras la división de Checoslovaquia, país que históricamente se le dio mal a España en cada visita. De cinco encuentros en Praga perdió cuatro, nunca ganó y lo máximo que obtuvo fue un empate sin goles el día que Raúl González debutó con la absoluta. Mucho ha llovido desde entonces, desde aquella selección a la que España solo derrotó en cuatro ocasiones y cayó en siete de doce enfrentamientos, y la historia fue cambiando desde que se midió a Eslovaquia. Aunque existe un aviso a los hombres de Luis Enrique Martínez, que necesitan ganar en el tercer partido de la Eurocopa 2020 para avanzar a octavos de final y evitar una eliminación a las primeras de cambio.

Se produjo en Zilina, en el penúltimo enfrentamiento entre ambas selecciones, el 9 de octubre de 2014, en un encuentro que jamás olvidará Eslovaquia que tumbaba a la vigente campeona del mundo y de Europa. Aquel día, el equipo dirigido por Vicente del Bosque no encontró soluciones ante un planteamiento defensivo. Cuando Paco Alcácer firmó el empate a ocho minutos del final, España se lanzó a por el triunfo y fue castigada al contragolpe. Miroslav Stoch daba el primer triunfo de la historia de su selección ante la Roja (2-1) y condicionaba la fase de clasificación.

Hay esperanza

«Nos hubiese gustado tener seis puntos, pero lo tenemos en nuestra mano», dice el lateral

Lo solucionaba en Oviedo la selección española, el 5 de septiembre de 2015, recuperando la brillantez en su juego y despejando dudas para dar un paso firme hacia su presencia en la Eurocopa 2016 gracias a los tantos de Jordi Alba y de Andrés Iniesta de penalti (2-0). El balance de enfrentamientos se decanta a favor de España, con cuatro triunfos, un empate y una derrota en los seis enfrentamientos antes de la Eurocopa 2020.

La primera vez que cruzaron sus caminos fue en la fase de clasificación al Mundial de Francia 1998, en dos partidos con triunfo español. El 13 de noviembre de 1996, España venció 4-1 en Santa Cruz de Tenerife, con goles de Juan Antonio Pizzi, Guillermo Amor, Luis Enrique y Fernando Hierro. El partido de grupo tuvo su vuelta el 24 de septiembre de 1997, en Bratislava, con triunfo español gracias a los tantos de Kiko Narváez y Amor. Pasaron ocho años hasta que no llegó el siguiente duelo, a vida o muerte en una repesca a la que cayó la España dirigida por Luis Aragonés antes del Mundial 2006. La solventó Luis García con su gran noche de internacional en el partido de ida en el Vicente Calderón. El, por entonces, delantero del Liverpool, firmó un triplete en una goleada que certificaron otros tantos de Fernando Torres, de penalti, y Fernando Morientes (5-1). Con el billete sellado y la tranquilidad de evitar un descalabro histórico con una ausencia en un Mundial, la selección española encaró la vuelta en Bratislava. Fue perdiendo por la mínima hasta que David Villa marcó el empate y puso el sello a la clasificación al Mundial 2006 (1-1).

Solo cuentan los goles

El fútbol no entiende de superioridades estériles ni de victorias por puntos, de triunfos morales. Simplemente contabiliza los goles y ordena las clasificaciones. Y ahí la selección anda floja, en las antípodas de las expectativas creadas, aunque todavía está a tiempo de remendar el roto que han dejado los empates ante Suecia y Polonia. ¿Cómo? Muy sencillo: con una victoria ante Eslovaquia. Si lo consiguen, los hombres de Luis Enrique sellarían su pase a octavos y hasta podrían acabar como primeros de grupo. Pero el oso aún anda libre y cazarlo no será tan sencillo, por muy favorito que sea el combinado nacional. Y lo es. «Si despliega su fútbol y materializa las ocasiones, España no debería tener problemas. Ahora bien, tiene que saber que Eslovaquia va a morder los 90 minutos», avisa José Carrillo, un granadino de 26 años que ha jugado los últimos cuatro en la liga eslovaca.

Con vencer servirá

«Lo importante en el fútbol es que dependas de ti mismo y es lo que pasa ahora»

La Roja es infinitamente superior a los centroeuropeos, con una diferencia de calidad aún mayor de la que le separaba de Suecia y Polonia, pero deberá demostrarlo en el campo con juego y goles. Carrillo, quien fue a la liga Fortuna en 2017 para defender los colores del Zemplin Michalovce y que en esta última campaña ha militado en las filas del Senica, conoce muy bien al próximo rival de España. «Tienen talento joven y apuestan por un fútbol físico. No paran de correr, van de área a área y son muy disciplinados. Tácticamente les falta, sobre todo en las competiciones domésticas, pero la selección me ha sorprendido para bien. Intenta sacar el balón jugado y esas cosas», apunta el central, actualmente en búsqueda activa de equipo. Le tira la casa, pero reconoce que no le importaría regresar al país en el que ha pasado los últimos cuatro años.

«Saldrán muy motivados» Eslovaquia dio la sorpresa al ganar a Polonia (2-1) y después cayó frente a Suecia por la mínima, con un penalti transformado por Forsberg. «Antes de la Eurocopa, les decía a mis compañeros de allí que su selección no tenía ninguna opción, pero en el fútbol hasta el más tonto hace relojes. Les veo bastante bien, con gente importante como Hamsik y Skriniar, muy experimentados», expone Carrillo.

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