España paga caros los cambios de Ribera y cede en su amistoso ante Portugal
La selección española de balonmano perdió ayer ante la de Portugal por 32-31 en un duelo que el técnico Jordi Ribera aprovechó para realizar numerosas pruebas antes de cerrar mañana la preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio con otro amistoso ante el conjunto luso.
Fue el test más exigente de los disputados hasta el momentos por el equipo español. Portugal, que se estrenará en una cita olímpica tras dejar fuera a Croacia, confirmó que es una selección joven pero con mucho potencial, pese a la pérdida del portero Alfredo Quintana, fallecido el pasado mes de febrero. La selección dirigida por Paulo Pereira hizo sufrir a los Hispanos con un juego de cruces largos para explotar el lanzamiento de sus laterales, pero también cuando apostó por un ataque sin portero para desarmar el 5-1 defensivo español con su segunda línea.
La igualdad fue máxima durante todo el primer tiempo, aunque España era la que marcaba el ritmo -su rival se puso por delante por primera vez en el minuto 16 (8-7)-. Sin la presión del electrónico, Ribera hizo muchas probaturas, como dar minutos en ataque a Gedeón Guardiola, situar el 5-1 con Álex Dujshebaev de avanzado o atacar con dos zurdos en la primera línea y Raúl Entrerríos en el lateral izquierdo.