Diario de León

España se va de vacaciones líder

El delantero de la selección española Pablo Sarabia celebra con su típico saludo el segundo gol marcado ante los checos. DANIEL PÉREZ

El delantero de la selección española Pablo Sarabia celebra con su típico saludo el segundo gol marcado ante los checos. DANIEL PÉREZ

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España superó con buena nota su último examen del curso y afrontará la ventana de septiembre en la pole para estar en la ‘final four’ de la Liga de Naciones que se disputará en junio del próximo año. La victoria (2-0) de La Roja sobre una correosa República Checa en Málaga, encarrilada con un gol de Carlos Soler en la primera parte y apuntalada por una diana de Sarabia en el segundo periodo, sumada a la derrota a domicilio de Portugal frente a Suiza, deja al combinado de Luis Enrique en lo alto de su grupo. Una posición inmejorable tras las peligrosas curvas que ha tenido que superar un bloque al que la afición, que llenó hasta la bandera el estadio de La Rosaleda, llevó en volandas en un choque que permite irse de vacaciones a los pupilos del asturiano con una sonrisa en la maleta y mucho mejor color.

La floja actuación de La Roja una semana atrás en Praga podría haber motivado a otro seleccionador que no fuera Luis Enrique a agitar la baraja en busca de nuevas cartas que poner sobre la mesa, pero el asturiano prefirió abrir un espacio a la redención, con ocho supervivientes de aquella amenaza de naufragio en su once y solo dos naipes repetidos respecto a la mano que jugó de inicio frente a Suiza: Unai Simón y Morata. Esto es, la popa y la proa de un buque que afrontaba otra travesía por mares agitados, pero que amansó las aguas con un triunfo balsámico. España, que vestía con la camiseta de Adidas que el combinado femenino lucirá en la Eurocopa que se celebrará en Inglaterra del 6 al 31 de julio en lo que fue un bonito guiño a las futbolistas de Jorge Vilda, se adelantó en el marcador justo cuando peor lo estaba pasando. Cerny había puesto a prueba a Unai Simón con un disparo raso al que respondió sacando una manopla de titán el guardameta del Athletic, providencial también en un mano a mano con Kutcha después de que un pase filtrado buscando la espalda de los centrales volviese a dejar en evidencia a la zaga de Luis Enrique, de nuevo con el cuestionado Eric García y un Íñigo Martínez tocado en el eje. Dos avisos muy considerables por parte de una República Checa valiente en la presión a los que España respondió con la rebeldía de Asensio y Carlos Soler, dos figuras que encaran un verano crucial para sus respectivas carreras. El extremo del Real Madrid, titular por primera vez en esta ventana, se asoció con el volante del Valencia para dar luz a una España que volvía a arrojar preocupantes sombras en la retaguardia. Una gran maniobra del balear, habilitado por Koke, preludió la certera definición del valenciano que puso por delante a La Roja en un recinto que apretó al máximo. Volvieron a hacer diabluras en otra llegada en la que el canterano che pidió penalti, sin que Cüneyt Cakir atendiese las súplicas. El toque existió, pero el turco encontró un resquicio para hacerse el sueco. Gavi también luce como revulsivo España alcanzó el descanso con la sensación de que solo había interiorizado a medias el temario con el que salió de Praga.

A vuelta de vestuarios le tocaba demostrar que tenía mejor repasado el capítulo que dejó pendiente tres días atrás de Ginebra, donde sufrió muchísimo para conservar la magra renta que había obtenido contra Suiza gracias al gol de Sarabia. Achuchó la República Checa, un equipo al que cabe atribuirle un gran mérito porque no se descompone nunca, pese a los continuos reveses en forma de lesiones que ha sufrido en las dos últimas semanas. Tomó nota Luis Enrique, que buscó frescura con la entrada de Gavi, el más ovacionado por la parroquia que se congregó en el estadio del Málaga, y de Ferrán Torres. Y la irrupción del joven centrocampista del Barça fue determinante porque revitalizó a La Roja con su despliegue indesmayable, aceleró el ritmo y participó en la acción que significó la sentencia.

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