Diario de León

BOXEO

El exboxeador que vela por los enfermos

El campeón del mundo Jorge Mata trabaja como celador en el Hospital de León

El campeón del mundo de boxeo Jorge Mata durante su jornada laboral de ayer como celador en el Hospital Universitario de León. J. NOTARIO

El campeón del mundo de boxeo Jorge Mata durante su jornada laboral de ayer como celador en el Hospital Universitario de León. J. NOTARIO

León

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El 22 de noviembre pasado se cumplieron 20 años de cuando Jorge Mata , leonés de 52 años de edad, se convirtió en el décimo púgil español en proclamarse campeón del mundo de boxeo. En la categoría de peso paja (47 kilos) disputó 14 combates, en los que en una docena conquistó el triunfo y sólo en una pelea fue derrotado.

El que ya para siempre será campeón del mundo de boxeo se aleja del estereotipo que rodea a este deporte y desde que abandonó la práctica activa del boxeo sigue una vida familiar, dedicado a ser un ciudadano de a pie que se gana la vida trabajando, en la actualidad como celador del Hospital Universitario de León.

«Después de dedicarme al boxeo como profesional y comenzar en la disciplina de full-contact, quedando segundo de España, recuerdo mi etapa como amateur (proclamándose dos veces campeón de España en los años 1997 y 1998) con vivencias con los compañeros para ir a los campeonatos de España que nunca olvidaré», expresa con gesto orgulloso Jorge Mata, que prosigue: «Tengo muy gratos recuerdos con mi entrenador de toda la vida, Alfredo Arrojo, además de los vividos con Héctor Moreira, Ángel Álvarez y Juan Carlos Presa. Muchos compañeros que estuvieron conmigo y me respaldaron. Seguro que alguno se me olvida. Después de ser campeón internacional por la WBB y campeón intercontinental por la WBO, peleé en Palma de Mallorca de forma interina por el campeonato del mundo por la WBO, en un combate frente al panameño Reynaldo Frutos, del que salí victorioso».

Nunca viví del boxeo. Siempre fui autónomo con mi hermano Ricardo en 'El Jefatura' del Húmedo

A continuación, relata: «Después defendí el título de campeón del mundo en el Palacio de Deportes de León frente a otro panameño, Jairo Arango. Mantuve el cinturón a los puntos».

«Más tarde, en el pabellón Raimundo Saporta de Madrid volví a defender el título mundial, enfrentándome al nicaragüense Eduardo Ray Márquez. Perdí el cinturón. La preparación para esta pelea no fue buena. No me sentía como en combates anteriores. Fue una pelea muy dura para ambos boxeadores. Yo acabé en observación, pese a que encontraba bien, pero me obligaron a pasar toda la noche en el hospital». Jorge Mata toma después la decisión de retirarse con una única espina clavada: «Es la de no poder subir al ring en Las Vegas. Si hubiera ganado a Ray habría ido a Las Vegas que, junto al Madison Square Garden de Nueva York, son los lugares a los que más alto puede apuntar un boxeador». Finalmente, venció a los puntos al rumano Cristian Niculae en su despedida definitiva ante su afición en la Plaza de Toros de León.

Tengo la espina clavada de no poder subir al ring en Las Vegas tras perder contra Ray Márquez

«Después del boxeo, la vida continúa. Hay que mirar hacia adelante. En la vida hay muchas posibilidades de hacer muchas cosas. Nunca viví del boxeo . Siempre fui autónomo con mi hermano Ricardo en ‘El Jefatura’, el bar del Barrio Húmedo. Cuando éramos jóvenes, todo fueron buenas épocas. Me he dedicado a ser camarero, comercial, teleoperador, celador en estos momentos en el Hospital Universitario de León. Son empleos que no se pueden desperdiciar. Vive y deja vivir. Ayuda al prójimo y al compañero como forma de vida», sigue como máxima el campeón del mundo, que tiene un recordatorio especial «para mi colega Saúl Tejada y mis grandes compañeros y trabajdores del Hospital». Es Jorge Mata, historia de León.

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