Diario de León

Fútbol | Liga de Campeones

Joao vuela, Elanga responde

Atlético 1 Manchester United 1. Una gran exhibición colchonera en la presión frente a un rival por momentos impotente no fue suficiente

El jugador rojiblanco Joao Félix se lleva el balón pese a la oposición de Paul Pogba. JUANJO MARTÍN

El jugador rojiblanco Joao Félix se lleva el balón pese a la oposición de Paul Pogba. JUANJO MARTÍN

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En un suspiro, en la única ocasión del Manchester United, en su único tiro entre los tres palos, allá por el minuto 79, en un contragolpe incomprensible, el Atlético de Madrid tiró por la borda todo lo hecho durante el partido, por encima de su adversario de principio a fin, en ventaja desde casi el inicio, con el golazo con el que voló Joao Félix y resurgió el equipo rojiblanco para sentir que todo es posible, también en Old Trafford, donde llegará con un empate, pero con toda la convicción del mundo (1-1).

El gol de Elanga, defendido fatal por Reinildo en el pase definitivo que lo habilitó para el disparo cruzado con el que batió a Jan Oblak, rebajó su encuentro, en el que el grupo de Diego Simeone lo hizo todo para vencer.

La fe, la insistencia o la reinvención del actual bloque rojiblanco también componen la esencia de un equipo que se transformó a las órdenes del técnico argentino hace diez años. Un conjunto que, de repente, no se reconocía a sí mismo desde el pasado diciembre, que cayó a un precipicio del que regresó este miércoles, más allá del marcador, en el mejor escaparte, en la competición que más desvelos y anhelos le provoca, para gritar que aún está vivo. Que jamás se puede dar por perdido al Atlético y, ni mucho menos, si lo dirige Simeone.

Tampoco a Joao Félix, cuya rebeldía e inconformismo es ambición para el Atlético. Ni a Lodi, renacido para el carril izquierdo por la baja por sanción de Yannick Carrasco. El brasileño recordó al que vino hace dos años y medio, extraviado hasta ahora en la irregularidad. Ni a Héctor Herrera, infrautilizado por Simeone, pero cuya jerarquía es indudable. El mexicano se reivindicó con un partido imponente en el medio.

El plan de partido del Atlético de Simeone devoró al Manchester United una hora, desde que Joao Félix voló para cazar con un tremendo testarazo un centro de Lodi desde la izquierda, que en su comba se intuyó imposible.

A Joao Félix se le fichó para eso. Para ser determinante. Para decidir en cualquier momento de cualquier partido; en este caso uno de los grandes, uno de esos encuentros que no dejan indiferente a nadie, que proponen un desafío que no tiene ni términos medios ni matices ni mucho menos excusas.

Su remate pegó primero en el poste y luego entró en la portería. Ni a lo uno ni a lo otro acudió De Gea, sin margen para la reacción, inmóvil ante un remate fantástico que lanzó el encuentro por la ruta que se proponía el Atlético.

No se fue al descanso con más botín, porque el larguero repelió la carambola que provocó Vrsaljko y remató Lindelof contra su propia portería al borde del intermedio. El centro fue de Lodi, cuyo partido estupendo lo frenó una lesión en el minuto 70, cuando ya el partido había virado hacia un panorama más incierto para el Atlético, porque ya no se sintió tan dueño del partido ni del medio campo, más exigido por la avanzadilla, metro a metro, del United, que, en cualquier caso, aún no había visto a Oblak. Ni lo vio en todo el encuentro.

Sorprendió entonces, a cuarto de hora del final, el cambio de Joao Félix, un jeroglífico para el United durante todo el encuentro, un recurso ilimitado para el Atlético, que no alcanzó para ganar el partido, porque apareció un contragolpe, porque Elanga marcó el 1-1 y porque el larguero se cruzó en el camino del Atlético, en un remate de Griezmann, ya rumbo a Old Trafford, a jugarse una eliminatoria que debería haber sido medio suya.

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