Diario de León

Koeman insiste en señalar al árbitro por no pitar penalti a Braithwaite

Koeman, enfadado tras la acción sobre Braithwaite. JUANJO MARTÍN

Koeman, enfadado tras la acción sobre Braithwaite. JUANJO MARTÍN

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Koeman publicó ayer un mensaje en ‘twitter’ en el que recuerda que su equipo llevó la iniciativa y tuvo ocasiones para un mejor resultado. «Mala suerte al final con una decisión equivocada del árbitro».

Polémicas aparte, nada de lo que pasó en el Clásico sorprendió. El Barça confirmó que sigue siendo un equipo tierno en la temporada que debe marcar el inicio de su reconstrucción: buenas sensaciones mirando al futuro, pero evidentes carencias en el presente para imponerse a los rivales directos en los partidos que deciden los títulos. Pese a las 19 jornadas consecutivas que el equipo azulgrana encadenaba sin perder, existían dudas de cómo reaccionaría ante un hipotético gol madrugador del Real Madrid. Y, efectivamente, ese tanto de Benzema se produjo y dejó tocada a la escuadra de Ronald Koeman, que se fue al descanso perdiendo 2-0 con una ingenuidad alarmante para frenar las transiciones blancas. Como el equipo promete, tiene ilusión y va adquiriendo carácter, sí hubo respuesta en la segunda parte, con un gol de Mingueza y un acoso final que quizás mereció el empate en el último remate de Ilaix Moriba al larguero.

Pero el 2-1 final fue el castigo al desconcierto inicial, excesivamente prolongado por el propio Ronald Koeman, que no acertó con la alineación y que tardó en cambiar el fallido plan inicial. El Barça de las últimas semanas había funcionado con Frenkie de Jong de líbero en una defensa con tres centrales, imprescindible para una salida de balón ordenada desde atrás, y Griezmann acompañando en ataque a Messi y Dembélé para intimidar. El técnico holandés, sin embargo, temió perderla batalla del centro del campo con un 3-4-3 con solo dos medios reales (Pedri y Busquets) y dos carrileros (Dest y Jordi Alba) y sacrificó a Griezmann para colocar a Araujo de central y adelantar la posición de De Jong a su demarcación natural en un 3-5-2.

Querer ganar un Clásico con un delantero y medio es una quimera.

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