Diario de León
Kross es felicitado por su compañero Alaba tras anotar el segundo gol para el Real Madrid. JUANJO MARTÍN

Kross es felicitado por su compañero Alaba tras anotar el segundo gol para el Real Madrid. JUANJO MARTÍN

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El Real Madrid logró una victoria balsámica, aunque sufridísima, ante el Cádiz (2-1) en la última cita liguera antes del parón por el Mundial de Catar que amansa un poco las aguas.

Un tanto de Militao en el tramo final de la primera parte y un golazo de Kroos en el segundo tiempo que vino a redondear otro partido extraordinario del genial director de orquesta teutón reconciliaron con su parroquia al equipo de Ancelotti tras dos tropiezos consecutivos y permiten a los blancos reducir daños respecto al Barça, vigía pese a ello de esta especie de Torneo Apertura en el que ha convertido las catorce primeras jornadas del campeonato esa exótica Copa del Mundo que concita ya todos los focos.

El vigente campeón exhibió con una versión más lúcida de sus centrocampistas para doblegar la resistencia de un Cádiz que apenas amenazó a su patricio contrincante hasta que Lucas Pérez aprovechó un error inusual de Courtois para reducir la brecha y meter pimienta al pleito.

Enfrentado a la disyuntiva de agitar el once en busca de ideas frescas tras el fiasco de su equipo en Vallecas u ofrecer una oportunidad de enmendarse a quienes protagonizaron tan sonado patinazo, Ancelotti optó por la segunda alternativa. Lucas Vázquez reemplazó a un Carvajal señalado ante el Rayo y Kroos regresó a la sala de máquinas para marcar los tiempos. El damnificado por el retorno del metrónomo germano, decisivo una vez más, fue Asensio.

Fiel a su costumbre, el conjunto andaluz no tenía empacho en acantonarse cerca de su área con el objetivo de que un robo le permitiese pillar desguarnecido a su rival al contragolpe. Pese a ello, fueron los hombres de Sergio González los encargados de lanzar el primer aviso mediante un misil del Pacha Espino que salió rozando el travesaño.

Con todo, la vuelta de Kroos y un Modric que estaba más liberado para oficiar como enganche mejoraron el aparato locomotor del Real Madrid, que ganó ritmo a pesar de que pronto se vio presa de otro duelo volcánico de Vinicius contra el mundo.

Las batallas de Vinicius alcanzaron tal punto de ebullición que impidieron que el Real Madrid viese el bosque durante un tramo del encuentro y amenazaban con consumir el primer tiempo sin sobresaltos para el marcador hasta que Kroos levantó el periscopio a la salida de un balón parado y divisó en el segundo palo a Militao, quien ajustó a la red con la testa para firmar su tercer gol en lo que va de Liga, el segundo consecutivo. La ventaja otorgaba un colchón aparentemente mullido al Real Madrid, invicto en los 55 últimos choques en los que se marchó ganando al descanso.

Pero el Real Madrid tiene su cinturón de seguridad desajustado y Courtois tuvo que hacer la parada del día para evitar que Sobrino penalizase otra veleidad defensiva de sus compañeros. Poco después era Iza quien abortaba una oportunidad pintiparada de Valverde. Buscó más filo Sergio González con la entrada de Bongonda y Ocampo, aprovechando que el Real Madrid dilataba la sentencia. Kroos pareció sepultar todas las esperanzas del Cádiz con una volea desde fuera del área antes de que Modric errase a puerta vacía un gol cantado tras un pase de la muerte de Vinicius.

Pero Courtois revivió el enfrentamiento con un despeje fallido que Lucas Pérez aprovechó para recortar diferencias y mantener en vilo hasta el final a un Santiago Bernabéu que de un tiempo a esta parte no gana para sustos pero que, aun así, despidió a su equipo con mejor cara.

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