Diario de León

Lacunza gana en el último suspiro

El navarro aprovecha la salida de la cadena en la moto de Hermida para ganarle en la meta

Lacunza se apuntó el triunfo en un final de infarto y en la misma línea de meta. FERNANDO OTERO.

Lacunza se apuntó el triunfo en un final de infarto y en la misma línea de meta. FERNANDO OTERO.

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Hugo Lacunza vivía la cara y Adrián Hermida la cruz en la carrera de Clásicas 4 Tiempos. Pocas veces una prueba tiene un desenlace tan inesperado y agónico como la vivida en La Bañeza. Y es que la victoria, que tenía en la mano Adrián hasta los últimos metros, se le esfumaba justo en la línea de meta. Ya saboreaba la gloria pero la salida de la cadena de su Ducati le hacía vivir una situación angustiosa. Empujando su montura y tras acumular hasta seis segundos de margen sus deseos se iban a encontrar con la dura realidad, por detrás Lacunza aceleraba para en la misma línea de meta rebasar al gallego. Lo hacía por apenas unas centésimas, las suficientes para coronar al navarro y dejar en la miel en los labios a Hermida.

Eso sí, la resignación le reportaba como mal menor la segunda plaza debido a que durante las diez vueltas había acumulado una distancia casi sideral con todos sus rivales, menos con Lacunza.  

Y todo en una carrera que tras la mejor salida de Hugo Carlos en apenas un giro iba a dar la vuelta Adrián para situarse primero. A su estela el navarro y más alejado José Manuel Coto.  

A falta de dos vueltas Hermida había alcanzado la decena de segundos. Sus altas prestaciones sobre un exigente circuito de 1.750 metros lo hacían volar. Hasta el punto de doblar a más de la mitad de los protagonistas de la carrera final de Clásicas 4 Tiempos. Su moto no daba signos de problemas. Eso parecía hasta que tras la curva que iba a dar la recta de meta un pequeño ruido hacía presagiar lo peor. La cadena se había salido. De sol a las nubes en apenas un instante. Pero aún quedaba un último aliento. Casi bastó pero le hicieron falta apenas unas décimas más. Las que le llevaron a ver como por su derecha llegaba Lacunza, que desde lejos no se creía lo que estaba pasando y que apuró al máximo para encontrarse una victoria, también merecida, para sorpresa propia, de su rival y de los espectadores que vivieron otro final de carrera intenso. Más bien espectacular en las que las dos caras de la moneda se repartían para Lacunza, con la cara, y Hermida con la cruz.  

José Manuel Coto completaba el recital de las Ducati con la tercera posición. Otras dos monturas más de la misma marca iban a cruzar la meta a continuación, la de Jorge Abal y la de Juan José Buituron. Por detrás Maxi Llamedo (Matchless), Julio Manuel Buituron (Buituron), el leonés Ricardo escobar (Ducati), José Ramón Vázquez y Eduardo Sanz completaron el tp-10 de una de las categorías más veteranas del Gran Premio de La Bañeza.

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