Lemar saca del apuro al Atlético

Thomas Lemar dio un golpe de campeón en Cornellà en el minuto 99, cuando solo faltaba uno para el término de un partido con hasta diez de añadido por Martínez Munuera. Si en la anterior jornada ante el Villarreal el Atlético sumó un punto en el 95’ con un tanto en propia puerta, frente al Espanyol fueron tres (1-2), también cuando ya agonizaba un encuentro de dos caras muy diferentes del equipo rojiblanco, con rectificación de Simeone tras el descanso para una remontada ‘in extremis’ gracias al campeón del mundo francés.

El reestreno de Griezmann en el Atlético llevó a Simeone a desnaturalizar el equipo y provocar que el campeón tirase la primera parte en Cornellà, donde el Espanyol fue muy superior durante los primeros 45 minutos y encontró a balón parado el premio del gol con la cabeza de Raúl de Tomás. Sin embargo, el incansable Carrasco se encargó de empatar y hacer justicia en el tramo final de la segunda parte, donde se vio a un Atlético muy distinto, relanzado por la entrada de Lemar, Kondogbia y Lodi y por un sistema bastante más acorde al que fracasó en la primera mitad. Hasta que cuando se acercaba el minuto 100 y el Espanyol pedía la hora, una combinación entre Carrasco y Lemar, con la definición del francés, el Atlético pudo celebrar tan sufrida victoria, labrada durante los 55 minutos del segundo tiempo.

Estaba cantada la titularidad de Griezmann en el debut del francés en su segunda etapa como rojiblanco, pero lo que perjudicó al Atlético ante un gran Espanyol fue que el francés jugase tan retrasado, para firmar un partido muy gris, sin apenas participar en el juego, realmente desastroso del defensor del título en ese primer tiempo en el que apenas generó fútbol ni peligro. Con el Atlético descolocado en una especie de sistema 3-4-2-1, con Griezmann tirado a la izquierda cerca de Correa y Suárez por delante y los futbolistas rojiblancos muy incómodos, y a veces desbordados al contragolpe por un Espanyol sólido atrás y muy peligroso con espacios, el campeón estuvo desconocido, hasta que Simeone llevó a cabo una revolución tras el descanso y cambió el dibujo.

Entonces sí que se vio a un Atlético más sólido e incisivo frente a un Espanyol que durante los primeros minutos de la segunda parte, con Griezmann ya tirado a la derecha en una posición más natural para el francés, sufrió un asedio. Ante la ambición y verticalidad del Atlético el gol colchonero no podía tardar en llegar, y lo consiguió Lemar en el minuto 53, pero el VAR llamó al árbitro porque Luis Suárez estaba en fuera de juego. Cinco minutos después del varapalo Simeone llevaba al banquillo a Griezmann, que no tuvo el reencuentro soñado, porque el Atlético estuvo totalmente perdido en el período inicial y se encontró con un Espanyol muy serio en defensa.

Griezmann dejó entonces su sitio a Joao Félix y el portugués reapareció con brío tras su operación de tobillo, aunque quien realmente destacó desde el principio a fin en el Atlético fue Carrasco, que ofrece desborde y velocidad como extremo izquierdo y no dejó de pelear con el balón dentro del área hasta que enchufó el tanto del empate, cuando el conjunto dirigido por Vicente Moreno ya sufría ante las acometidas colchoneras. No tuvo continuidad en ataque el Atlético, pero sí tuvo el conjunto de Simeone fe hasta el último momento y el disparo de Lemar, ante el que Diego López quizás pudo hacer más, se encargó de destrozar a un Espanyol que no pudo sobrevivir ante tanta calidad e insistencia del campeón de Liga, agarrado a la heroica.