Diario de León

Caza

Libro de ruta para la media veda

La fecha fijada para el 15 de agosto abrirá una campaña con incertidumbre aunque con superávit de piezas Los cazadores leoneses, favorables al control poblacional

León

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Los aficionados a la caza menor tendrán que esperar al 15 de agosto, salvo que la situación actual a causa del coronavirus lo impida, para desempolvar sus escopetas y afrontar la campaña de media veda dentro de la caza menor. A cuatro meses vista la situación se presenta en cuanto a la presencia de piezas que cobrar más que favorable siendo la codorniz y el conejo los más apetecidos.

Si los dos años precedentes han rayado a una notable altura siendo bastantes positivos para los varios miles de aficionados que existen en la provincia, en esta se espera que la situación no varíe aunque todo dependerá de la climatología. Eso sí, en especial de una codorniz a la que esta situación afecta más así como al hecho de cómo se desarrolle la actividad en los campos leoneses.

Respecto al conejo, a pesar de que en algunos momentos se han visto afectados por temas sanitarios, esto no ha influido en demasía al menos en los últimos ejercicios, para que su número sea más que destacable como ya se comprobó en un pasado año 2019 en el que tanto en la media veda como en la temporada de caza que también se extendió al primer mes de este año contaron con un bagaje satisfactorio para los cazadores.

Codorniz y conejo

Son las piezas estrella y su número apunta a ser elevado para la nueva temporada de media veda

Tórtola y paloma en menor medida también están comprendidas entre las especies incluidas en la media veda al igual que la urraca, corneja, zorro (estas tres con inicio desde el 15 de agosto) al igual que las referidas a las tórtolas y palomas (torcaz y bravía) aunque en este caso con diez días de retraso para su estreno.

Respecto a la caza y a la espera de que le media veda levante el telón los cazadores se han mostrado netamente favorables a que la actividad cinegética recupere su actividad en las próximas semanas. Con la pandemia del coronavirus y el confinamiento sanitario los cazadores no han podido salir al campo, algo que esperan que pueda producirse en cierta medida más pronto que tarde con el fin de que el control poblacional sea más efectivo en ciertas especies que por su elevado número están causando daños especialmente en lo referido a la agricultura. Su mayor cercanía a las zonas habitadas está llevando a algunos animales cuya población es elevada a provocar daños en viñedos y plantaciones.

Los cazadores esperan que una vez superado el estado de alarma y conforme se vaya normalizando la situación este control poblacional cinegético sea efectivo.

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