La lucha marca su camino

La Federación Territorial de Deportes Autóctonos y su homónima de lucha leonesa, mantuvieron ayer una reunión a través de dos delegaciones de ambas entidades para visibilizar la segregación de los luchadores que se ratificó el pasado mes de agosto en la Asamblea General de la Federación de Autóctonos. En representación de ésta entidad, comparecieron su presidente, Antonio Verduras, el vicepresidente, Emilio Estrada, el delegado provincial de León, César Prieto y la tesorera, Mari Ángeles Valbuena.

Por parte de la Federación de Lucha, acudieron a la cita su presidente, Ángel Rivero, el directivo Miguel González y el tesorero, Francisco Reguera. El acto tuvo lugar en la sede de la Federación de Deportes Autóctonos, situada en el Estadio Reino de León. En el mismo, el presidente Verduras le hizo entrega de una copia del acta de la Asamblea General celebrada en el mes de agosto, en la que se recoge la decisión de conceder la segregación de la Federación de Lucha de Castilla y León, después de muchos años de camino conjunto entre ambas entidades.

Las buenas relaciones que mantienen ambas juntas directivas han facilitado este trámite solicitado también por la Dirección General de Deportes de la Junta de Castilla y León que posibilitará la puesta en marcha de la nueva Federación de Lucha Leonesa en los próximos días, ya con total autonomía para que nuestro ancestral deporte pueda elegir su propio camino en adelante. De hecho, la próxima semana se espera que esté lista el acta fundacional de la citada Federación, junto con sus estatutos y demás requisitos que exige la Junta para proceder a su inclusión en el Registro autonómico. El presidente Verduras, comentó tras el encuentro que la decisión de conceder la segregación de la lucha leonesa fue algo natural y se acordó por unanimidad, pese a las reticencias iniciales «de dos delegaciones que mostraron sus reparos en principio, pero les expliqué las circunstancias que concurrían aquí y lo entendieron perfectamente». Verduras dejó claro que ha resultado fundamental la anuencia «de la Dirección General de Deportes de la Junta, ahora con María Perrino y antes con Alfonso Lahuerta, que ya nos había indicado la necesidad de tomar esta decisión».