Diario de León

Fútbol | Mundial de Catar

Luis Enrique se hace más fuerte

A pesar de las dudas, de la sombra de la época dorada o del covid, el asturiano presume de la semifinal de la Eurocopa, de la final de la Liga de Naciones y de meterse en Catar

El seleccionador español Luis Enrique Martínez celebra la clasificación para el Mundial de Catar. RAÚL CARO

El seleccionador español Luis Enrique Martínez celebra la clasificación para el Mundial de Catar. RAÚL CARO

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Luis Enrique vuelve a ganar el pulso. Más allá de su carácter o el tono de sus comparecencias, a veces demasiado tenso a tenor de la situación, el asturiano ha salido ganador de cada tira y afloja en cuanto a lo que ocurre dentro del césped. En mitad de las dudas por su gestión, las críticas por los constantes cambios en las alineaciones y en las convocatorias, la apuesta por jugadores muy jóvenes y la convicción absoluta en su idea del juego, el seleccionador español ha ido cumpliendo e incluso superando los objetivos inicialmente marcados desde su regreso, hace ya casi dos años. Otra cuestión es el perfil poco dado a la diplomacia del seleccionador, pero su labor profesional es intachable en cuanto a los resultados.

Con España ya clasificada para la Eurocopa de la mano de Robert Moreno, en otro tiempo segundo y amigo, el primer gran desafío pasaba por la fase final del torneo continental de selecciones. Las expectativas mejoraron a raíz de un buen desempeño en la fase de grupos de la Liga de Naciones, especialmente con una goleada de época a la siempre temible Alemania, pero las vicisitudes previas al torneo dispararon las alarmas.

A la ausencia de un once claro, de esos que los aficionados antaño recitaban de carrerilla, algo que no va demasiado con la filosofía de Luis Enrique, se sumó una preparación del torneo marcada por el positivo por covid de Busquets, el capitán español, pocos días antes de la cita. Una baja sensible y la imposibilidad de entrenar con el grueso de la plantilla justo antes del comienzo de la competición hicieron temblar a La Roja en aquellas complicadas jornadas.

El balance
El seleccionador salió ganador de cada tira y afloja en cuanto a lo que ocurre dentro del césped

El camino en la Eurocopa comenzó con más dudas, después de dos empates ante Suecia y Polonia que amenazaban incluso con un KO a las primeras de cambio. Pero España despegó a tiempo: goleó a Eslovaquia y se llevó un duelo épico ante la subcampeona mundial, Croacia, para lograr lo imposible desde la época dorada, unos cuartos de final. La suerte de los penaltis sonrió frente a Suiza pero volvió la cara contra Italia ya a un paso de una final con la que nadie soñaba días antes, pero lo cierto es que el primer gran compromiso para Luis Enrique se saldó con nota.

Ya a la vuelta de vacaciones una derrota en Suecia complicó el billete para el Mundial de Catar. No estaban las aguas muy calmadas cuando llegó la segunda cita importante para la España de Luis Enrique, la final a cuatro de la Liga de Naciones. No es un gran torneo, pero la cosa tenía su miga primero ante la campeona de Europa, esa Italia que había sido verdugo meses antes y cuyo récord de imbatibilidad acabó por los suelos ante el alto nivel español. El tono no decayó en la final ante la que sobre el papel es la selección más poderosa del mundo y también campeona, Francia. Solo una más que dudosa decisión del árbitro inglés Anthony Taylor en el decisivo gol de Mbappé hizo caer a la selección española, que se fue de Milán otra vez reforzada.

Notable e incluso sobresaliente contra los grandes. ¿Pero y a la hora de ponerse el mono de trabajo? La dubitativa fase de clasificación para el Mundial de Catar del próximo año le ponía otro pero, aunque selló el billete para el mayor evento del fútbol mundial y con él la tranquilidad. Al menos hasta Catar.

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