Diario de León

La marea verde imparte una lección de lealtad en el Reino

Alrededor de 1.500 racinguistas acompañaron a su equipo en el Reino y silenciaron de principio a fin a un León dormido

La grada del Reino de León deja muy claro qué afición respondió en ánimo y apoyo a su equipo desde el principio al final de un encuentro clave para los de casa. MARCIANO PÉREZ

La grada del Reino de León deja muy claro qué afición respondió en ánimo y apoyo a su equipo desde el principio al final de un encuentro clave para los de casa. MARCIANO PÉREZ

León

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La marea verde del Racing de Santander dio una lección de fidelidad a sus colores en el Reino de León. Silenció a la afición local antes, durante y una vez concluido un encuentro vital para los dirigidos por Ramón González, que estaban obligados a ganar para no descolgarse demasiado en la clasificación del Grupo I de Primera RFEF.

El ambiente de este domingo en la ciudad leonesa desde primeras horas de la mañana tiñó de verde el casco antiguo, al grito de ¡¡¡Racing, Racing, Racing!!! La hinchada verdiblanca no falló a su equipo. Nunca. El culturalismo despertó aletargado. Asistió al estadio como si no fuera un partido fundamental para escapar de las posiciones peligrosas de la clasificación.

El ruido verde ensordeció al blanco. Como siempre. Los racinguistas abarrotaron los bares y los aledaños del estadio con un griterío constante, que ayer no infundió ese genio a sus futbolistas.

Y dentro del campo, la mejor entrada desde hace tiempo con 5.373 seguidores. La afición leonesa casi triplicaba a la cántabra. Pero ni por esas. La goleada en la grada volvió a ser para los visitantes. Y es que León y su afición deben darse cuenta que si se quiere una Cultural grande, sus seguidores tienen la obligación de poner el primer grito y dar el aliento que necesita un equipo que pertenece a todos los leoneses.

El Racing tiene una afición de lujo. Ver a todos con su casaca de guerra, tambores, gritos, sirenas... Es el ambiente del fútbol de siempre. El culturalismo se dejó llevar por la marea verde y sólo respondió con el partido de cara. Así no.

FOTOS: MARCIANO PÉREZ

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