La media veda, en clave desigual

La media veda levantó el telón en la Comunidad y lo hizo, en el caso de la provincia leonesa, en clave irregular en el caso de sus dos piezas estrella, la codorniz y el conejo. En una jornada en las que las temperaturas fueron aceptables aunque conforme pasaba el día fueron empeorando, los cazadores más madrugadores hacían acto de presencia junto a sus perros para intentar cobrarse los primeros trofeos.

La ilusión máxima para el poco más de un mes (hasta el día 20 de septiembre) de campaña. Y con previsiones que a priori resultaban halagüeñas aunque en la primera jornada resultaron algo decepcionantes para muchos de ellos. Bien es cierto que los que más suerte tuvieron pudieron demostrar su pericia con la escopeta para cobrarse hasta 15-20 piezas. Pero fueron los que menos. Y eso que con los meses precedentes como termómetro para poder calibrar la situación de cara a la media veda para la codorniz la alta cifra de estas auguraba una campaña más que productiva. También en las semanas previas.

Pero al menos en una buena parte de la provincia el número de estas aves que pudieron otear los cazadores no fue el deseado. Y la pregunta queda ahí. Si había tantas y aún no es tiempo para que emigren, ¿donde se encuentran?

Isaac Díez en el inicio de la media veda en Regueras de Arriba. F. OTERO

Esa circunstancia abre un hilo de esperanza a los aficionados para que en lo que queda de media veda, que es algo más de un mes, la situación pueda revertir a favor y ese elevado número de codornices que volaban en la provincia a lo largo de los meses pasados desde mayo e incluso abril puedan también hacerlo en estas semanas para que la jornada de caza sea positiva. En zonas como la de Cistierna ayer apenas podía contabilizar un cazador un puñado. Otras como la del Páramo Bajo la cifra fue algo mejor. Pero tampoco para tirar cohetes. Y entre las anécdotas y, a pesar de que en el primer día se vieron pocas codornices, en zonas como la de Valderas apenas se cazaron un puñado. Y de esas., en un caso con un botín de cuatro, presentaban el anillado tan peculiar que elevó las dudas entre los cazadores. Estaba realizado con bridas desconociendo su procedencia. Una anécdota más para un estreno de la media veda en clave irregular.

También trasladado al conejo como otra de las estrellas de la campaña. Y como la codorniz, su número elevado también augura un mes en positivo. Aunque todo debe mostrarse en el día a día. Eso sí, también tiene sus peculiaridades como que esa elevada presencia no es homogénea a lo largo y ancho de la provincia. En algunos lugares se puede decir que la población es elevada. Y en otros la prevista recuperación después de unos años pasados complicados, aún no es notoria. Por eso, aunque se espera que la caza del conejo transcurra en cifras similares a la de los años precedentes e incluso mejores. Todo dependerá de la zona en la que pruebe su pericia el cazador. No todas son las mismas por desgracia y eso también es un condicionante para elegir coto.

Borja junto a su perro en el norte de la provincia. FERNANDO OTERO

Lo que sí está claro es que en algunos casos existe una superpoblación que puede resultar dañina mientras que en otros su presencia incluso llega a ser testimonial. Algo que viene siendo la tónica de las últimas temporadas. Y en esta no podía ser de otra manera. Codorniz y conejo son las piezas más demandadas para esta media veda aunque no las únicas. Ayer junto a ambas también comenzaba para la urraca, corneja y zorro. A partir del 25 de agosto, también se podrá cazar tórtola común, paloma torcaz y paloma bravía.

Los días hábiles para la práctica de la caza en la media veda son los martes, jueves, sábados, domingos y festivos de carácter autonómico y nacional.