Diario de León

Una media veda con dudas

Las previsiones para la codorniz apuntan a otra campaña en negativo que puede salvar el conejo El inicio, el 15 de agosto

Isaac Díez en el inicio de una pasada media veda de caza en Regueras de Arriba. FERNANDO OTERO

Isaac Díez en el inicio de una pasada media veda de caza en Regueras de Arriba. FERNANDO OTERO

León

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La media veda en Castilla y León iniciará su actividad el 15 de agosto. Aunque quedan todavía unos meses por delante entre los cazadores afloran las dudas por la situación que presente la codorniz, su pieza estrella, que en los últimos ejercicios no ha sido como esperaban los cazadores.

Aunque aún existe la esperanza de que la situación pueda revertir al menos a un escenario algo mejor que el calamitoso 2022, lo cierto es que por lo visto en los años precedentes el número de este ave no alcanza la dimensión necesaria para que pueda decirse que en este 2023 la situación cambiará de forma drástica inclinándose a la parte positiva de la balanza.

La climatología o los escenarios de cría y alimentación parten como condicionantes determinantes para que las perspectivas puedan variar en una media veda que en el lado positivo apunta a otros protagonistas. Eso sí, a menos de cinco meses vista todo apunta a que las probabilidades de que todo cambie, aunque no de una manera drástica ya que es imposible, son bastante escasas.

En los últimos años y salvo excepciones en algunos escenarios o ciertas fase de la media la situación no ha deparado buenas sensaciones para los aficionados de la caza. Bien es cierto que también en el pasado han existido campañas más que superables, la dinámica de los últimos ejercicios no invita al optimismo. Eso sí, tiempo para que al menos la campaña de la media veda no sea tan gris como en el 2022 hay por delante. Y en eso confían los cazadores para que al menos esos nubarrones no descarguen con toda intensidad.

En este caso el conejo cuya población, aunque no es la óptima como quedó patente en la media veda del pasado año y en la temporada de caza menor que hace apenas un mes bajaba el telón, si presenta números a tener en cuenta aunque con circunstancias peculiares como la falta de homogeneidad en cuanto a zonas, algunas con un número destacado de ejemplares mientras que en otras este se ha visto afectado a cuotas menos relevantes.

Puede ser el que salve a la media veda de 2023 y así lo esperan los cazadores. No es la población más numerosa que se espera pero sí la al menos más aceptable para que el casi un mes pueda transitar al menos con jornadas positivas para los cazadores.

La media veda incluye también a la corneja, la urraca y el zorro a las que hay que añadir aunque con diez días de diferencia (25 de agosto) a la tórtola, la paloma torcaz y la paloma bravía. Estas dos últimas también con una población más que destacada.

No obstante, habrá que esperar a las semanas precedentes y, claro está, a su inicio, para comprobar si las previsiones del 15 de agosto al 17 de septiembre se cumplen, empeoran o mejoran, último caso que los aficionados a la caza más desean.

EL JABALÍ, APROBADO ALTO

La temporada de caza de jabalí puso fin hace un mes y en ese apartado el resumen puede considerarse como de un aprobado alto. Por delante han sido un buen número de meses en los que los resultados, como se esperaban, no han variado respecto a los últimos ejercicios.

Se puede decir que en cuanto a hábitos en algunos escenarios ha variado su presencia aunque en conjunto se puede concluir que el balance fue notable.

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