La media veda, a escena

La media veda levanta el sábado el telón, como viene siendo habitual cada 15 de agosto. Y lo hace tras unos meses de incertidumbre a causa de la crisis sanitaria generada por el covid-19. Y también de cierta confusión que la Federación de Castilla y León atribuye a la situación generada tras los cambios legislativos que se realizaron en la Ley de Caza el pasado año, ante lo que ha subrayado que sigue sin cambiar nada en torno a la práctica deportiva de la caza y que esta temporada se desarrollará con normalidad como ya lo hizo la anterior campaña.

Los períodos hábiles y las especies vienen regulados directamente en la Ley y por lo tanto son siempre los mismos y los cupos de capturas seguirán también igual porque está previsto publicar la misma resolución de la Dirección General que la temporada pasada.

Esta regulación seguirá así con seguridad en tanto se publica la nueva Ley de Caza, que va a iniciar su trámite en las Cortes autonómicas a la vuelta del verano, aunque tal y como está planteado el borrador de la Ley no es previsible que los períodos hábiles y las especies vayan a modificarse en un futuro próximo.

A pesar de todas estas incertidumbres, este sábado 15 de agosto se inicia el período de media veda para codorniz, urraca, corneja, conejo y zorro y el día 25 de este mismo mes para la tórtola común, la paloma torcaz y la paloma bravía. El número máximo de piezas a cobrar por cazador y día se fija en 25 para la codorniz y 4 para la tórtola. Este año, las perspectivas de codorniz parecen buenas en líneas generales, algo parecido a lo sucedido en el año pasado. El tiempo ha ayudado y eso es un factor a tener en cuenta para que la pieza estrella de la media veda pueda tener presencia destacada en la provincia leonesa aunque no de manera homogénea ya que si bien en ciertos lugares, los de costumbre, cuenta con una presencia más que aceptable en otros su número es reducido.

En cuanto al conejo, la situación se presenta también en clave positiva para la media veda.