«Mis padres y mi mujer son los que más han sufrido con esta situación»
—¿Cómo se convive durante ocho meses con una situación que no sólo afecta a nivel deportivo, también personal?
—Bastante mal. Pero si alguien ha sufrido más que yo esos son mis padres y mi mujer. Por suerte mi hija es pequeña y ahora no se dará cuenta. Me ha dado vergüenza por mis padres porque durante todo este tiempo han tenido que salir a la calle y aguantar lo que decían de mí y defenderme. La gente del atletismo sabe quien soy y pero la de la calle que no vive el día a día de este deporte no. Y ante ellos y en una ciudad como León que no pasas desapercibido no ha sido el día que han tenido que escuchar rumores y a veces comentarios duros.
—Supongo que el día 28 de abril cuando tenía que permanecer 10 horas en el calabozo antes de declarar no lo olvidará por mucho tiempo.
—Fueron diez horas muy duras. Me sentí como un delincuente. Incluso llegué a dudar de mí mismo. El golpe moral es muy duro porque no entiendes qué te está pasando ni tampoco a gente con la que convives como Sebas y Arce que los tenía en la celda de al lado. Ese día dudé de muchas cosas. Fue un golpe moral muy duro que espero olvidar. Pero pasará mucho tiempo para que sea totalmente e incluso creo que no será posible.
—Dicen que golpes como estos llevan a la gente a ser más fuerte.
—Preferiría no haberlos padecido. Además, en mi caso yo no soy profesional de esto. Vi sueldo viene de ser profesor de primaria y de enseñar a los niños cómo comportarse en la vida. Y estas cosas no hacen sino dañarte porque poco puedes hacer para evitarlas. El tiempo te da la razón pero a veces el peaje que pagas es bastante desagradable.
—Han sido objeto de registros, interrogatorios, análisis... incluso en la investigación han tenido que entregar móviles y ordenadores. Ahora que todo ha acabado, ¿les han reintegrado todo?
—Por ahora no. Esperemos que sea pronto y que con eso acabe todo, una pesadilla que aún tenemos latente. Ha sido muy duro y espero que a nadie le pase lo que a nosotros.