Nadie puede frenar al Barcelona

Pidió Manolo Cadenas aguantar en el partido el mayor tiempo posible para al menos competir al todopoderoso Barcelona, pero lo cierto es que el plan apenas duró unos minutos. Todo el mundo sabe que es imposible vencer a los de Xavi Pascual pero al menos el equipo dio la cara para dejar el marcador en un 27-34 final que, vista la diferencia de nivel, no resulta para nada humillante. De hecho habla bien de un Ademar de nuevo con dos caras; regular tirando a mal en la primera y mucho más aguerrido en la segunda. Fue un encuentro donde el Barcelona siempre estuvo por delante y para nada se notaron ni sus ausencias ni el cansancio que acumulan.

El Palacio rindió homenaje a Raúl Entrerríos, al que el club le entregó la insignia del Ademar en la previa como tributo a su trayectoria deportiva antes de que diga adiós al balonmano en activo este verano en Tokio. El asturiano defendió los colores ademaristas durante seis temporadas.

Ni cinco minutos duró la igualdad en un partido de nuevo imposible si quiera de competir. Imposible por la tremenda superioridad del Barcelona pero también por la baja forma con la que llegan los leoneses a este tramo final de temporada. Fábregas encontró enseguida las costuras de una defensa marista nada fina con Donlin y Kisselev en el centro. En el minuto siete los de Pascual ya mandaban 2-7 y lejos de preocupar el marcador lo peor era la sensación de impotencia de un Ademar lento en ataque que se limitaba a jugársela con tiros muy forzados que apenas crearon peligro, más cuando bajo los palos está Gonzalo Pérez de Vargas, quien sin verse exigido realizó un primer tiempo notable. No así Slavic, que apenas pudo frenar las envestidas rivales casi siempre a la contra y sin escuderos que echaran un cable. Cadenas vio enseguida que nada de lo planeado los días previos estaba saliendo y paró muy pronto el duelo con un tiempo muerto. De poco sirvió. A los 15 la renta azulgrana ya era de +6 y al descanso de +8 (12-20).

Sin Tin Lucin sobre la pista —sufre una lesión en la espalda— Natán Suárez y Pedro Martínez se repartieron la dirección de juego con idéntico mal resultado. Muy difícil crear cuando fallan las fuerzas y las torres del Barcelona apenas te dan un respiro. Los tiros de Kisselev y alguna contra de Donlin ayudaron a despertar a los leoneses de una pesadilla a la que aún le faltaba una segunda parte.

Y aunque suele decirse que las segundas partes nunca fueron buenas, el equipo que entrena Cadenas mejoró bastante lo visto hasta ese momento. Sin duda Khalifa ayudó a enderezar los números atrás con paradas de mérito ante el arsenal de recursos y lanzamientos que expuso el Barcelona. Además Donlin se erigió en estrella del equipo desatándose en ataque justo en la batalla más complicada. No se arruga nunca el americano y ayer no iba a ser menos. Todo lo contrario que Marchán, al que Cadenas apenas dio minutos. El español no está fino desde hace muchas semanas y parece que sus mejores momentos en el club ya han pasado. De hecho su entrenador no dudó en señalarle a él y a Natán Suárez en la rueda de prensa posterior al partido. «Me preocupa que no estén, pero si no van, pues no van por mucho que yo les diga». Ambos abandonarán la disciplina en apenas unas semanas y muchos creen que se están reservando para evitar lesiones que comprometan los contratos que ya tienen firmados. Es eso o que han llegado sin gasolina al tramo final. O quizá haya parte de ambas cosas.

El ataque posicional del Ademar no desentonó del todo ante un rival que sin correr como acostumbra sí que le sirvió para dejar en evidencia que la defensa local necesita mejorar y mucho de cara al futuro.

Ademar hacía la goma con los buenos momentos de Khalifa Ghedbane en portería y en su habitual arranque de raza, aunque el Barcelona contestara solo para permitir mínimamente la insurrección, sumando su trigésimo segundo triunfo consecutivo ante su otrora rival, con el consuelo de haberle ganado al menos el parcial de la segunda mitad con un tanto desde la portería que defiende el argelino.

Pasó el mal trago de la temporada y ahora ya sólo faltan Valladolid y Granollers para cerrar un año difícil que deja luces y sombras en un equipo leonés demasiado desconectado de la Liga en todo lo que va de 2021. El encuentro aplazado con los catalanes se disputará el 5 de junio a las 12.00 horas en el Palacio de Deportes de la capital. Después tocará pensar en lo que está por venir en la próxima campaña.