Diario de León

Nil Arcarons, de casta le viene a otro ‘galgo’ campeón

Nil Arcarons es felicitado por su padre Jordi justo antes de rebasar al línea de meta.

Nil Arcarons es felicitado por su padre Jordi justo antes de rebasar al línea de meta.

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León

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Apellidándose Arcarons es normal que en los genes se lleve la pasión por el motor. Ese es el caso de Nil Arcarons, el hijo de todo un emblema en el mundo de los rallies, Jordi. Como su padre, ayer presente e incluso más emocionado que su vástago, Nil demostró que lo de ser segundo no le va. Él, a pesar de su juventud, aspira a lo máximo. Y en La Salgada su raza de campeón quedó patente haciéndose en una última vuelta de segunda manga frenética con el cetro de MX2 que le abre de par en par las puertas a la categoría reina.

El catalán de KTM llegaba a La Bañeza como el segundo candidato al título superado por Jordi Salvador Páez. Pero en La Salgada Nil daba la vuelta a la tortilla en dos mangas en las que el hasta ayer líder del campeonato mostraba un tono irregular. En la primera porque su ritmo, bastante alejado de los mejores, le situaba en el séptimo puesto, situación que aprovechaba Nil para, con su tercero, restarle seis puntos, dejando el margen de seguridad entre ambos en cuatro.

A Arcarons incluso no le importó verse superado en la carrera por un Ander Lasheras pletórico que llegaba de ganar el Nacional sub-18 y un Jorge Zaragoza que lideraba incluso en los primeros tramos la batalla. Al menos el consuelo para Páez eran los 14 puntos ‘cazados’ que le aseguraban, como mal menor, el subcampeonato.

La segunda manga era otro cantar. Nil era consciente que para arrebatar el liderato a Páez tenía que lanzarse al ataque. Arcarons daba primero solventando la vuelta inicial con el mejor tiempo en un mano a mano con Jorge Zaragoza. A esta puja se unía Lasheras mientras que Páez permanecía en un segundo plano pero sin perder de vista a un trío delantero con mucha pólvora para hacerle daño. Ese escenario se extendía hasta la vuelta 12 en la que Zaragoza empezaba a ceder terreno pasando a jugarse el tercer puesto con Páez.

Nil ya saboreaba el título pero en las tres últimas vueltas el frenesí por hacerse con el cetro nacional obraba para Páez el milagro una vez que superaba a Zaragoza. A Nil sólo le valía ganar la manga aunque transitaba segundo. Pero ahí su casta de campeón le hacía sacar su mejor versión para cruzar el primero la meta en una última vuelta espectacular que le recompensaba con el título de campeón por sólo un punto sobre Páez.

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