«El papa anima a la Ponferradina, pero es la Cultural la que necesita ayuda divina»

Jesús Fernández González (Selga de Ordás —León— 1955), obispo de Astorga, es la persona que medió con el papa Francisco para posibilitar que la SD Ponferradina se desplazara a Roma y participe hoy en la audiencia general del Santo Padre. La expedición blanquiazul tiene hoy la oportunidad de compartir un encuentro con el papa y de testimoniarle su agradecimiento por la deferencia que ha tenido con la Deportiva.

—La SD Ponferradina agradece su mediación para participar en una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano.. .

—Me satisface que la Ponferradina participe en una audiencia general, donde suele haber una lectura del Evangelio y luego hay una reflexión espiritual por parte del papa, donde manda un mensaje al mundo entero, al mundo cristiano, e incluso al mundo no cristiano. Por ejemplo estos días lógicamente suele hablar de este tema de la guerra de Ucrania y definirse en casos complicados. Normalmente, también suele hacer alusión al equipo que le visita, en esta ocasión a la Ponferradina. 

—¿Con relación a la Ponferradina, el papa Francisco desarrolla algún acto más?

—Lo normal es que al equipo al final le salude, sobre todo a los más representativos del equipo y luego va a hacer una foto con ellos. Al menos eso es lo que dijo en la carta que les ha enviado. 

—¿Qué más actividades desarrollará la expedición el resto del tiempo que esté en el Vaticano?

—El resto del tiempo, ellos se organizarán. Ya tenemos previsto que dos sacerdotes, uno de ellos es obispo que se llama Aurelio García Macías, natural de Valladolid, y otro sacerdote de León, José Manuel del Río Carrasco, les van a acompañar para visitar la Basílica de San Pedro y algún otro lugar que quieran.

—¿Y la visita al papa en el Vaticano?

—Esa visita es este miércoles por la mañana temprano. Tienen que recoger los tickets para entrar en el Aula Pablo VI y luego les acompañarán estos dos sacerdotes, que van a estar haciendo de cicerones durante el tiempo que estén en Roma, que da mucho de sí. Pero lo fundamental es esa audiencia con el papa, ese saludo y esa foto con el pontífice. Después, a parte de la visita a la Basílica de San Pedro que ya te he comentado, a algún lugar significativo que ellos elijan para conocer más lugares durante su estancia en Roma.

—Esta audiencia con el papa en el centenario de la Ponferradina, ¿bien podría culminarse más adelante con el ascenso a Primera División?

—Sería lo ideal. Sería maravilloso. El papa anima a ello a la Ponferradina.

—Aprovechar la ocasión para pedirle al papa Francisco esa ayuda divina...

—Todo ayuda. No cabe duda. De todas formas veo a la Ponferradina como un equipo muy sólido, muy trabajador, muy ordenado, muy bien conjuntado, con un ambiente excepcional... Eso es hacer equipo. A veces creemos que un equipo se hace de figuras, como ya se ha demostrado con el PSG. No es cuestión de reunir a grandes figuras si no consigues crear un grupo humano donde haya buenas relaciones, buen ambiente, mucho respeto y disciplina también. La Ponferradina tiene trabajo, tiene grupo, tiene disciplina, tiene amistad entre la gente, tiene buen ambiente... Porque al frente está un presidente pues que es un gran presidente, un gran entrenador y una gran afición. Entonces se puede lograr esa meta.

—¿Y la Cultural?

—La Cultural sí que necesita ayuda divina. No sé que pasa en la Cultural. Es un club que yo no sé si son las prisas siempre o quizás es que no se trabaja mucho en la previsión o que no se acierta en los fichajes. Ahora no la sigo tan de cerca como la seguía. Lo que me extraña es que cueste tanto subir, cuando por ejemplo la Ponferradina es un equipo que baja pero enseguida vuelve a subir. Eso significa buena planificación y mucho rigor en todo lo que se hace. La Cultural no digo yo que no lo tenga, pero desde luego no consigue tener esa regularidad, que es la que necesita. Y la Ponferradina siempre la tiene.

—Como pater de la Cultural que fue, ¿no le da mucha pena lo que le sucede temporada tras temporada?

—A mí me da mucha pena. Sé que ilusión se pone mucha. La afición estaba muy enganchada al equipo. Todos pensábamos que cuando se descendió sería rápido volver otra vez a Segunda porque había mimbres, pero esto se está alargando mucho y en León la impaciencia suele pesar mucho. Es quizás una de las losas que más dificulta ese nuevo ascenso. Suele haber mucha impaciencia. No se tiene ese aguante para armar un buen equipo y precisamente yo esta temporada estuve en la ofrenda del equipo. Yo sabiendo lo que podía venir, sin conocer bien al equipo, porque en estas circunstancias suele pasar, yo les hablaba de tener paciencia y bueno ya se ve cómo van las cosas. Enseguida se cambió de entrenador. Hay mucha urgencia por subir y creo que eso juega en contra de la Cultural siempre.

—¿Qué  recuerda de su etapa en el fútbol como portero?

—Los recuerdos son muy buenos, la verdad. Al mundo del fútbol yo le agradezco mucho porque te enseña muchas cosas, como el respeto a los demás, autodominio, sacrificio, esfuerzo y te pone en relación con mucha gente. Yo conozco a mucha gente que es del mundo del fútbol. Gracias a esas relaciones se han abierto otras muchas relaciones y muchos conocimientos de personas. Así que el recuerdo es estupendo, aunque ya me queda un poco lejos porque los años van pasando.