«Quiero llegar a División de Honor y vestir la camiseta de España»

Es la sonrisa eterna del Rodríguez Cleba. Da igual si la golpean, si falla una ocasión. No se viene abajo jamás. Máxima goleadora de las leonesas, sus impresionantes números asustan (16 goles en el último encuentro). A sus 19 años ha dejado claro que la categoría de plata se le queda pequeña. No se pone límites. Sueña con el ascenso, con ser profesional y vestir, algún día, la camiseta de España. Es la actual reina del balonmano leonés. Será el apellido...

—En una temporada atípica marcada por la covid y los confinamientos, que lleváis ya cuatro, ¿cómo estás viendo al equipo?

—Por ahora estamos rodando y cogiendo ritmo, poco a poco esperemos ir a más y ya no solo empatarle al líder sino ganarle en su casa en la segunda vuelta. Lo importante es sumar victorias y acabar arriba la temporada.

—Tienes un promedio goleador de ocho tantos por partido, en el último hiciste dieciséis. ¿Vives tu momento más dulce desde que juegas a balonmano?

—Estoy muy contenta pero siempre se puede mejorar. Todo lo que sea aportar al equipo es mejor para todos. Lo de meter goles es lo más fácil ( risas ), porque siempre hay una compañera que o te da un pase o abre hueco. El mérito es de todas.

—¿Cómo te defines dentro de la pista?

—Como un caos absoluto. Siempre me tienen que decir que frene porque me gusta mucho correr. Yo procedo del Fuentes Carrionas y allí se jugaba todo al contraataque. Me gusta dirigir el juego, saber lo que estamos haciendo en todo momento pero con velocidad. Y en defensa luchar cada balón y si puedo robar el bote, mejor.

—¿Y en el debe?

—Muchas cosas, aún soy muy pequeña. Por ejemplo he de mejorar los tiempos de juego, el saber manejar qué cosas hacer y cuáles no dependiendo de a quién tengo enfrente, los pases, las orientaciones...

—Tu entrenador insiste en que el Cleba no solo debe aspirar al play off de ascenso sino a ser capaces de ganarlo. ¿Hay plantilla real para ello?

—Creo que sí, aunque tampoco me atrevo a decir que vamos a subir sí o sí. Yo pienso en el partido que toca cada fin de semana y después en ganar la Liga. Luego ya en la fase y ojalá que podamos subir.

—Lo pregunto porque siempre están los conjuntos canarios un paso por delante. ¿Se puede alcanzar ese nivel en León?

—Yo creo que sí. A pesar de que somos pocas y ha habido bajas considero que sí tenemos plantilla como para competirle a las canarias. Hacemos una piña y hay calidad tanto colectiva como individual.

—Contra el Zonzamas ganabais de ocho y al final casi os cuesta la derrota. ¿Son bajones físicos, mentales o ambas cosas?

—A lo mejor es más algo mental, pero ya sabíamos que era un partido difícil donde no íbamos a estar ganando de ocho todo el tiempo. Son las líderes y están invictas por algo. No me conformo con empatar, pero hicimos buen partido.

—¿De dónde te viene el gusanillo del balonmano?

—Empecé a jugar en quinto o sexto de primaria. Fue con Goyo Jiménez. Antes jugaba a fútbol y hacía atletismo. Luego en el instituto seguí progresando, hicimos un buen grupo. Ya en juveniles de segundo año quedamos cuartas en el Campeonato de España con el Fuentes Carrionas. Ania (Ramos) también estaba conmigo en el equipo. Como allí no había posibilidad de seguir ni de estudiar vinimos a León gracias a la buena relación de Goyo con el Cleba.

—Dicen que Ania y tú sois inseparables...

—Llevamos muchos años jugando juntas y también en clase, somos como hermanas.

—¿Piensas en dar un salto más hacia el balonmano profesional?

—Sí, es uno de mis sueños e incluso en el extranjero, pero para ser realistas de este deporte no se vive y menos el femenino. Sí me gustaría compaginar mis estudios con el balonmano a un nivel alto. Ojalá jugar en División de Honor, tener minutos y demostrar que soy una buena jugadora.

—¿Y llegar a la selección?

—Otro reto. Al menos una convocatoria, una oportunidad para que vean cómo juego.

—Tu progresión esta temporada es impresionante pero, ¿hay alguien que te ponga los pies en el suelo?

—Sí, mi madre. Es muy bonito que hablen de ti pero no me lo quiero creer. Todas en el equipo aportamos y tenemos nuestro rol.

—Siempre se habla del buen ambiente en el Cleba dentro de la plantilla. ¿Es cierto o los trapos sucios se lavan dentro?

—Somos una piña. Nos apoyamos en todo.

—Siempre tienes una sonrisa cuando juegas, aunque falles...

—Me río aunque por dentro pienso, ‘la siguiente vez te lo voy a meter’. Creo que juegas a balonmano para divertirte, no para estar enfadada con nadie. Es mi forma de ser.

—El deporte femenino se abre cada vez más hueco pero queda un mundo...

—Obviamente se ve cada vez más pero no llama tanto la atención. Aquí en León sí que veo a patrocinadores y aficionados apoyando mucho. Si el Cleba asciende ganaría mucha trascendencia a nivel de medios de comunicación.

—¿Qué te ha aportado Juan Moreno como entrenador?

—Es un referente. Juego así gracias a él. Su intensidad se nota.

—No permite relajarse un segundo. Esa presión no todo el mundo la aguanta...

—Nos apoyamos unas a otras, a mí sí me gusta esa presión.