Diario de León

Fútbol

El Real Madrid también sabe ganar sufriendo

-Los blancos se imponen al Alavés en un partido a cara de perro con goles de Sergio Ramos y Carvajal para colocarse líderes provisionales en solitario.

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Publicado por
Oscar Bello
León

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 Alavés-Real Madrid (1-2)

  1. Alavés: Pacheco, Martín, Laguardia, X. Navarro, Duarte, Aleix Vidal, Tomás Pina (Pere Pons, min. 76), Wakaso (Manu García, min. 82), Rioja (Burke, min. 60), Lucas Pérez y Joselu.
  2. Real Madrid: Areola, Carvajal, Militao, Sergio Ramos, Marcelo, Casemiro, Modric (Valverde, min. 80), Kroos, Isco (Mendy, min. 90), Benzema y Bale (Rodrygo, min. 67).

 

Este Real Madrid también sabe ganar sufriendo. En un partido a cara de perro en el que tuvo que sobreponerse a la inclemente meteorología y a un Alavés lleno de coraje y determinación que no se rindió en ningún momento, el equipo de Zinedine Zidane sacó tres puntos cruciales en su pelea por la Liga. Es en encuentros como este donde se ganan y pierden muchas veces los campeonatos. Bien lo saben los blancos, que salieron eufóricos de la refriega, conscientes de haber superado una batalla capital para consolidar sus opciones al título.

Goles: 0-1: min. 52, Sergio Ramos. 1-1: min. 65, Lucas Pérez, de penalti. 1-2: min. 69, Carvajal.
Arbitro: Cuadra Fernández (Balear). Amonestó a Aleix Vidal, Modric, Tomás Pina, Sergio Ramos, Lucas Pérez, Duarte y Militao.
Incidencias: Partido de la decimoquinta jornada de Liga, disputado en Mendizorroza ante 19.357 espectadores.

Con goles de Sergio Ramos y Carvajal, reventó el muro babazorro el Real Madrid para situarse líder en solitario de la Liga. De forma provisional, a falta de lo que suceda en el duelo entre Atlético y Barcelona del domingo en el Wanda Metropolitano, el conjunto de Chamartín se coloca en la cúspide del campeonato para prolongar el estado de felicidad que impera en Concha Espina con la buena racha de juego y resultados de una escuadra que ha cogido velocidad de crucero.

Firmaron los blancos su tercera victoria consecutiva en Liga, la sexta en los últimos ocho partidos contabilizando también la Champions, refrendando el gran momento que atraviesan con un despliegue de sacrificio, compromiso y clase imprescindible para asaltar el recinto vitoriano, donde el Alavés sólo había encajado dos tantos antes de la visita del cuadro de Zidane, que tuvo que fajarse lo indecible para resistir el acoso final de un conjunto rebosante de pundonor a fin de domar un estadio que se le atragantó la pasada campaña.

Frenesí bajo la lluvia De nuevo con Isco en el once, Zidane recuperó la medular que reinó en Cardiff y Kiev, indultando a Bale a falta del lesionado Hazard. En la portería, regreso de Areola, inédito desde el partido ante el Granada y héroe en el asedio final, con Militao de vuelta también al eje de la zaga para contener a la dupla Lucas Pérez-Joselu, que volvió a hacer de las suyas.

Fue un partido vibrante de principio a fin que comenzó con Aleix Vidal ganándose la amarilla por una caída en la que el árbitro interpretó simulación del babazorro tras recortar a Militao. Energética puesta en escena a la que replicó el Real Madrid rozando el primero en un centro de Isco que cazó Bale, cuyo remate se topó con el palo, y en un balón largo que embolsó Carvajal para servir al malagueño, que mandó alto un golpeo franco. Los blancos, con continuas permutas en ataque y un juego dinámico, trataban de desorganizar la defensa del Alavés con cambios de dirección y combinaciones al primer toque, pero padecieron en un par de contras del cuadro de Asier Garitano pese al abrumador dominio visitante antes del entreacto. Con Benzema omnipresente, Isco participativo en el enganche y el remate y mucha llegada desde segunda línea, el conjunto de Zidane puso cerco a las inmediaciones de Pacheco, que lució en sendos remates del malagueño y Casemiro. Resistía el sitio el Alavés, pétrea escuadra al resguardo de Mendizorroza, donde sólo Sevilla y Atlético habían afrentado la meta local.

La defensa desatasca Estrellado contra el muro babazorro antes del intermedio, el Real Madrid regresó al tapete presionado por el crono bajo una lluvia torrencial que elevaba el valor de las acciones a balón parado. De una de ellas llegaría el tanto que descerrajó el marco de Pacheco. Sirvió Kroos con la diestra y ajustició Sergio Ramos con la testa tras ganar la partida a Laguardia y Ximo Navarro. Una fórmula tantas veces repetida como efectiva sacó del atasco al Real Madrid y cambió el diapasón del choque. Subió líneas el Alavés, metiendo velocidad con la entrada de Burke. Y encontró pronto el premio buscado en un centro del escocés a Joselu, derribado por Sergio Ramos en la pugna dentro del área. Convirtió el penalti Lucas Pérez engañando a Areola y se ganó la amarilla por celebrar la diana poniéndose una máscara.

El coruñes, autor de ocho goles en sus nueve últimos partidos, es el artillero más en forma de las últimas semanas con permiso de Benzema, pero a su equipo la alegría le duró apenas un suspiro. Percutió el Madrid por la derecha, desde donde Modric puso la bola en la testa de Isco, que no es lo que se dice un cabeceador consumado. Pero el de Benalmádena saltó con el coraje con que jugó todo el partido, determinado a aprovechar su momento para reivindicarse. Repelió el palo su remate, pero le cayó a la bota de Carvajal, que puso fin a quince meses de sequía goleadora para encarrilar de nuevo el triunfo.

Acudió Garitano a Manu García, el héroe de la victoria 'in extremis' de los babazorros la pasada campaña en Mendizorroza, cuando un gol del capitán vitoriano colocó un nuevo clavo en el ataúd de Julen Lopetegui. A punto estuvo de repetir la faena el vasco, de nuevo a la salida de un córner como aquel día, con un remate que atajó Areola, clave instantes antes para repeler otro de Lucas Pérez y esquivar el 'déjà vu' de un escuadra que demostró que también sabe ganar sufriendo.

 

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