Recta final en clave positiva para la temporada de caza menor en León

La temporada de caza en Castilla y León afronta su último mes de actividad. Y lo hace en el caso de la provincia en clave más que aceptable y con cifras que concuerdan con las perspectivas fijadas antes de su inicio. Con la climatología como condicionante, y en estos últimos días tras cesar la lluvia con el frío y las heladas como protagonistas, el caso de la perdiz la situación se está presentado con tintes incluso mejores que los del año pasado.

Eso sí, con una mejor perspectiva para cazadores expertos. Bandos de están viendo en muchas zonas de León aunque circunstancias como la bravura de las aves y también condicionantes como el viento posibilitan que cobrarse una pieza sea tarea exigente. Tal vez habría que hacer mención también al cuidado de los regueros y desagües, a veces en situación algo deficitaria que llegan a hacer más compleja la labor de los cazadores.

Por lo demás, se puede decir que la perdiz, al menos en los dos primeros meses de la temporada de caza menor, se está comportando de manera notable. En cuanto al conejo y a pesar de que en algunas zonas su presencia necesite aún de un cierto espaldarazo, las potenciales enfermedades que han mermado algo su población no han sido tan dañinas pudiéndose ver en muchas zonas un número alto de ejemplares y en otras reapareciendo.

Por otro lado, la liebre también está respondiendo a las perspectivas de inicio de la temporada con cifras más que aceptables teniendo en cuenta también la diversidad de la provincia leonesa. Con todo, tanto para la perdiz como para el conejo y la liebre, las perspectivas y pronósticos se han ido cumpliendo de forma más que destacada y con ello están dejando tras de sí una temporada en clave bastante positiva.