Diario de León

El reportaje de la semana | Gimnasia rítmica

Reina sobre el tapiz y maestra de futuras campeonas

Sara Llana suma a su faceta de gimnasta la de entrenadora de futuras campeonas gracias a la Federación Española que primero como gimnasta y luego como entrenadora ha apostado por ella

León

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Hace unas semanas tomaba una decisión difícil, renunciar a la selección española de gimnasia. Lo hacía decepcionada con el trato que le habían dado en los últimos tiempos, pero orgullosa de haber aportado su grano de arena a que este deporte siga subiendo escalones y mantenga el legado de predecesoras como Carolina Rodríguez. Para esta leonesa de 22 años el mundo no se acababa ahí, más bien abría una nueva etapa en la que la gimnasia sigue copando muchas de sus horas. Y también algún cometido más.

«Fue duro decir adiós a la selección, pero no tenía otro camino», precisa la pupila de Ruth Fernández de la que ha aprendido buena parte de lo que es y hace sobre el tapiz. Para Sara no quedaba otra salida. «Consideraba que me estaban apartando. A pesar de los buenos resultados y superar con éxito lesiones, el pasado año ni me convocaron para la preselección de cara al Mundial donde se iban a jugar plazas para los Juegos. No es que me queje de que tenga que ir por decreto a la selección, pero sí que al menos valoren mi trabajo y me dejen demostrar lo que soy capaz de hacer», precisa.

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Ruth Fernández y Sara Llana, maestra y discípula. FERNANDO OTERO

No lo hace dolida, más bien decepcionada. Pero esa sensación no ha significado que dé carpetazo a un deporte que lleva en la sangre y con el que ha crecido y disfrutado desde muy pequeña. Más bien la ha hecho curtirse y seguir dando en callo. Ahora compaginando la faceta de gimnasta que espera prolongar unos años tanto a nivel nacional como internacional en este caso de la mano del club de toda su vida, el Ritmo, con la de entrenadora gracias a la Federación Española que ha apostado fuertemente por ella. Y por lo visto no se le da nada mal. Todo lo contrario. El tener al lado tantos años a Ruth y al resto de entrenadoras del club leonés le ha hecho aprender a mostrar su clase, a enseñarla a las jóvenes campeonas a las que entrena cada tarde en el Centro de Alto Rendimiento de León. «Me gusta tanto la gimnasia que no puedo apartarme de ella. Junto a mi faceta educativa estudiando ingeniería, también puedo hacer tiempo por la mañana para entrenarme. Y por la tarde para hacerlo con las gimnastas que forman parte de la Federación Española y a las que intento inculcar y mostrar el camino correcto y también con las integrantes del Centro de Tecnificación de Castilla y León», remarca.

«Dejar la selección fue una decisión dura, pero no podía seguir así. Ahora disfruto de lo que hago»

«Empecé en el colegio a los seis años (en la actualidad tiene 22). Lo hice como hobby pero poco a poco veía que la gimnasia se me daba bastante bien. Cuatro años más tarde entraba en la mejor cantera y sin duda alguna club de España, el Ritmo. Y apenas dos años después ya formaba parte del equipo nacional júnior. De ahí al la absoluta y a seguir aprendiendo de gimnastas como mi amiga Carolina. Han sido muchos años y no quiero dejar de lado algo que llevo en la sangre. Eso sí, he aprendido que si se te cierra una puerta tienes que luchar por abrir otras y en esta nueva faceta que es la de entrenar creo que puedo aportar cosas».

Lo dice ante la atenta mirada de un amplio grupo de niñas, algunas con la edad con la que ella empezó en el Ritmo o menos, a las que día tras día, siempre por la tarde y en la que desde hace años es su segunda casa como el Centro de Alto Rendimiento de León, entrena para que puedan emular sus pasos. «La cantera del Club Ritmo es muy buena. Y eso además de llevarnos año tras año a ser la mejores en los campeonatos de España también supone que gimnastas de otros sitios, incluso las federaciones Española y de Castilla y León, fijen sus miras y también quieran que podamos pulir su calidad».

«Por la mañana voy a la Universidad y entreno y por la tarde mi faceta pasa a ser la de maestra» 

Lo asegura convencida de que también puede aportar su grano de arena. «Trabajar con las niñas es una satisfacción inmensa. Y también con las adolescentes del grupo de la Federación», precisa. Eso sí, sin descuidar ni un ápice su preparación. «A pesar de que he renunciado a la selección debido a ciertos problemas no he pensado todavía en dejar de competir», apunta y para ello con un ejemplo claro, el de Carolina Rodríguez que superada la treintena sigue al pie del cañón demostrando que el que tiente, retiene.

A corto plazo, este fin de semana, afrontará una nueva entrega de la Liga de Clubes Iberdrola. Allí estrenará nuevos ejercicios con el aro como su mejor aliado. «Luego tocarán otros torneos en los que espero dar lo mejor de mí, entre ellos el Campeonato de España. Tengo la misma ilusión que cuando empecé. Y eso es importante para seguir al pie del cañón, a pesar de los reveses o problemas que tenga. Si no fuera feliz con lo que hago lo dejaría, pero disfruto y eso es el mejor aval».

Sobre lo pasado apunta: «De todo aprendes, de lo bueno y de lo malo. A mí me han pasado cosas extraordinarias que borran lo que de malo también he tenido que pasar. Pero me quedo con esa niñas que empezó en la gimnasia como algo nuevo y desconocido y que se ha formado como persona en ese deporte con un club que es mi familia también, el Ritmo... y tantas y tantas amigas que he conocido». A la vez que no se olvida de la que sin duda le ha recargado las pilas durante estos años y de la que precisamente ha aprendido a enseñar en los valores de la gimnasia, Ruth Fernández. «Tengo que agradecerle muchas cosas. Y sobre todo su cariño. Es algo que nunca se olvida».

Esas enseñanzas son las que Sara Llana intenta plasmar en su nueva faceta a las júnior, también alguna sénior y un buen número de pequeñas gimnastas que tiene la suerte de contar como maestra a su ídolo y aquella que un día la vieron por televisión o en la prensa escrita y que hoy nada menos que conduce sus pasos. Gimnasta, estudiante y desde hace un tiempo entrenadora. Tres facetas de una Sara Llana que vive con pasión la gimnasia. Y que ha querido siempre hacer gala de León, una ciudad que gracias a ella, a Carolina, a Ruth y por extensión a todo el Ritmo puede presumir de ser capital nacional de la gimnasia rítmica.

Enseñar a las futuras campeonas en el Centro de Alto Rendimiento motiva a Sara Llana. JESÚS F. SALVADORES

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