El Reino de León recupera el añorado sabor de las tardes gloriosas de Copa

El estadio Reino de León recuperó en la tarde de ayer frente al Granada el sabor de las tardes gloriosas, aunque sin los llenos del día d el Atlético de Madrid o del Valencia provocado por las medidas restrictivas para combatir el coronavirus, pero los 2.286 espectadores socios-abonados que asistieron al evento se dejaron sentir a lo largo de los ciento veinte minutos.

El inicio del partido no pudo ser más esperanzador porque en el minuto 2 Marc Rovirola colocaba el 1-0 en el luminoso y la afición blanca comenzó con sus cánticos tradicionales de ánimo a un equipo que estaba jugando bien y comenzando a creer que podía conseguir la machada.

Ni siquiera cuando Jorge Molina lograba la igualada decayeron los ánimos de aliento desde la grada. Ni el gol nazarí ni el frío reinante podían con los gritos de ánimo desde la grada.

El ¡Cultural, Cultural! era un clamor a ráfagas desde la grada. Ni siquiera la mascarilla obligatoria de los espectadores apagaban los gritos de ánimo.

Llegó la prórroga y todo siguió igual, aunque cuando todo apuntaba a los lanzamientos desde el punto de penalti llegó la sentencia de los granadinos. Pese a ello, la afición culturalista quiso seguir empujando en los últimos minutos, para despedir con una ovación al equipo a pesar de su eliminación.