La resolución, para Valencia

Espadas en todo lo alto entre Athletic y Levante, que igualaron (1-1) en San Mamés y dejaron en manos del remozado Ciudad de Valencia la resolución de la semifinal de Copa que les mide. Golpearon primero los granotas, pero el tradicional empuje de los leones y la pizarra de Marcelino dieron fruto en los segundos 45 minutos, en los que los pupilos de Paco López aguantaron como pudieron un dominio rojiblanco que bien pudo merecer algo más que el tanto de la igualada definitiva de Iñigo Martínez.

El duelo comenzó trepidante, con un ida y vuelta propio de la ilusión con la que ambos afrontaron el encuentro. El Athletic, fiel al estilo de Marcelino, dejó el balón en manos de su rival, pero lo hizo siempre atento a la mínima posibilidad de desplegar sus cualidades a la contra. Al ímpetu inicial le faltó sin embargo precisión en el último pase para generar ocasiones de peligro. El partido parecía diluirse en la pugna en el centro del campo cuando la fortuna se alió con el Levante. Desbordó un muy buen De Frutos por banda derecha y puso un centro medido para Melero, que intentó el remate de primeras pero al que en el empeño le acabó saliendo un control perfecto para poner la puntilla disparando a la red.

El Levante, también acorde al sello de Paco López, no renunció a seguir buscando la portería de Unai Simón a pesar de un gol que ya valía su peso en oro pensando en la vuelta. Sin embargo, a medida que se aproximaba el descanso el Athletic consiguió inclinar el campo a su favor a base de empuje. Raúl García suele llevar la voz cantante a la hora de apelar al espíritu competitivo, pero a su equipo esta vez le faltó mayor profundidad por los carriles de Yuri y Capa y más precisión en el pase en largo para exprimir la velocidad de Williams al espacio. Tampoco estaba cómodo Muniain, y eso suele anular la capacidad creativa rojiblanca.

Llegó el descanso y el cabreo de Marcelino en el vestuario seguramente fue de época. Lo cierto es que al asturiano no le hizo ninguna gracia lo visto en la primera parte y afrontó los segundos 45 minutos con hasta tres cambios en el once. Vesga, Unai López y Berenguer entraron para darle otro aire al Athletic en el centro del campo y la reacción fue inmediata. Cárdenas, tranquilo hasta ese momento, comenzó a opositar a héroe levantinista bajo palos. Se anunciaba el gol local y llegó tras un centro con música de Muniain que Iñigo Martínez convirtió en gol con un testarazo imperial.