Diario de León

Rodrigo y Alcácer honran al Brujo

La Selección española golea a las Islas Feroe (4-0) con el delantero del Valencia de punta de lanza

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IGNACIO TYLKO | MADRID
León

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«¡Solo hay un Quini en la historia!», sentenció el seleccionador español, Robert Moreno, para motivar a sus soldados antes del tedioso ejercicio de paciencia de ayer domingo frente a Islas Feroe (4-0), combinado de tercera fila forjado por tiarrones nórdicos con excelente morfología de deportistas pero encerrados en su cueva arcaica. Lo suyo, ciertamente, fue más una defensa de balonmano a 11 que balompié clásico.

Para rendir tributo al Brujo, nada mejor para los superprofesionales españoles que respetar a tan humilde rival y, sobre todo, a la propia camiseta que defienden y al país que representan, según les insistió el joven técnico catalán. Dicho claro y hecho a medias. España ganó en su paseo hacia la Eurocopa y goleó para homenajear a quien disputó 917 partidos en su carrera, con 515 tantos y 35 internacionalidades. Completó un trabajo profesional.

Del ramplón partido, tributo también a la familia de Luis Enrique Martínez por la perdida de Xana, la mejor lección para España es extraer el legado del Quini jugador y persona. Pundonor, humildad, respeto por el rival, coraje, alegría, comprensión y compañerismo fueron virtudes que hicieron eterno al ariete asturiano, valores que aquí abajo nadie olvida y que permiten volar alto a cualquier profesional.

Moreno revolucionó el once con nueve cambios respecto al que ganó en Bucarest. Fomentar la competencia en el grupo y hacerles sentir a todos importantes, sus objetivos. Solo repitieron el capitán Sergio Ramos, un guiño para que no hubiera lío y alcanzase a Iker Casillas con 167 internacionalidades, y Rodrigo Moreno, al que quiso recuperar moralmente en una cita de goles. Y lo consiguió porque el punta del Valencia le respondió con dos tantos. Descerrajó a los nórdicos en el primer cuarto de hora y aseguró la victoria con un afortunado disparo, en el inicio de la segunda parte.

Dos decisiones inteligentes del míster. Oportunidad, justicia o partido trampa, según se mire, para De Gea, que volvió a defender la portería de España ante un rival humilde pero que logró marcar a la Roja en los tres precedentes. Detuvo su primer balón, tras un tiro raso y cruzado, a la media hora. Antes del descanso también sacó bien el puño para despejar un balón, muy cerrado, a la salida de un córner. A 17 del final, achicó de maravilla y sacó una pierna milagrosa tras error grosero de Ramos. Thiago pudo marcar dos veces, pero el portero Nielsen atajó su volea tras una jugada de laboratorio y luego el centrocampista del Bayern no acertó en un cabezazo, pese a anticiparse al guardameta.

España creció en la segunda mitad. Marcó enseguida y lo buscó mas desde lejos ante un frontón. Victoria de trámite, ampliada al final gracias a Alcácer, que eleva su promedio goleador extraordinario, estreno de Unai Núñez y ovación de gala a Ramos, agasajado en una noche tan emotiva que hasta se escucho el célebre ‘Vivir así es morir de amor’, tema cumbre de Camilo Sesto. ¡Vaya también por él, Quinocho!

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