Rusia, Eslovenia, República Checa, Inglaterra...
El camino de España y Eduardo de Paz en el Mundial júnior B de Suecia tendrá muchos escollos para alcanzar un puesto en el cuadro de honor.
En la primera fase, la de grupos, el combinado nacional tendrá nada menos que siete rivales para hacerse con una de las dos primeras plazas o como mal menor la tercera. Entre ellos los más complicados son los de Inglaterra, Dinamarca, Eslovenia y Eslovaquia sin olvidarse de una impredecible Hungría. Al menos cinco selecciones para tres plazas por lo que De Paz y sus compañeros tendrán que emplearse a fondo y no fallar en ninguno de los encuentros para meterse en la ronda de los cuartos de final.
Con esa clasificación mejorarían el noveno puesto de la pasada edición mundialista aunque meterse entre los cuatro mejores aparece como el principal cometido.
En esa fase final también deberían estar otros combinados poderosos como los de Rusia, República Checa, Polonia, Francia y Finlandia. España cuanta con un potencial capaz de hacer frente a todos ellos en una competición exigente pero también muy atractiva para los mejores jugadores de categoría júnior a nivel internacional.
Y ahí Eduardo de Paz aparece como uno de los protagonistas y jugadores de referencia. Hacer historia como en su día fue la medalla en el Europeo es un reto lo suficientemente importante para el leonés y el resto de internacionales españoles en la cita mundialista de Ostersund.