Se cumplió en la lucha de la tierra

A pie del torreón, icono de La Vecilla y del propio encuentro internacional, daban inicio los actos inaugurales del noveno Campeonato de Europa de las Luchas Tradicionales/Luchas Celtas para categorías sub-21 masculina y absoluta femenina. En la mañana, el ayuntamiento local daba la bienvenida a las delegaciones y les presentaba los atractivos de «la tierra de los gallos».

En la tarde, desde la misma plaza del edificio consistorial arrancaba la marcha, guiada por las mejores dulzainas y los pendones de la comarca (al frente de ellos, el de La Cándana, llevado por un gran campeón canario, Cristo Manuel Hernández), a los que seguían los grupos de luchadores de las luchas participantes: las de Escocia, Bretaña, Canarias, Islandia y León.

Ya en el pabellón municipal, el «serment», juramento de los luchadores, y las palabras de William Baxter, presidente de la FILC, completaban esos primeros momentos inaugurales. Una exhibición de lucha leonesa a cargo de la Escuela municipal, responsabilidad de Héctor García Robles, era el mejor prólogo para la competición en la propia modalidad leonesa.

Agradeció el público esos agarres y hubo oportunidad para cumplir con una deuda de la lucha (una más) con el gran luchador de Campohermoso. «El Divino» fue el ganador en la pasada temporada de la Regularidad de un trofeo muy especial que, hasta la fecha, no le había sido entregado: el de la Nobleza en la Lucha «Chuchi de la Ercina», que en su primera edición conquistaba Ibán Sánchez y, en la segunda, la de 2013, Héctor.

Y paso a la lucha, a la leonesa, en «campeonato europeo». Tal como se viene haciendo desde lo acordado en East-Kilbride (Escocia) en 2009, la modalidad autóctona de los organizadores acompaña a los Campeonatos de las Celtas, en sentido estricto, disputados en Gouren bretón y Backhold escocés.

Se adaptaron los pesos a la norma de la propia competición de la FILC, con siete categorías masculinas y seis femeninas.

El joven leonés Víctor Justel disputaba el primer combate, en el primero de los referidos pesos (-57 kilos) con el bretón Maël Cambot. Dos enteras le dieron el máximo resultado al nuestro, dado que esa primera categóría no contaba más que con los dos combatientes. Combate único pues para anotar el primer oro de la jornada.

En el segundo tapiz de lucha (se combatía simultáneamente en dos espacios), el segundo enfrentamiento sería también positivo para León: Ángel Paredes (-62 kilos) se impuso al canario Eusebio garcía Peña con dos rápidas enteras.

Ganarían sus primeros agarres Cristian González y David Acevedo. Caería en el suyo Aitor Fernández, en quien era apreciable un especial nerviosismo.

Y ganaba el suyo Rodrigo Fuentes (dos enteras) al canario Alejandro Isidro Quesada, mientras Pedro Jiménez caía ante el «Destacado A» de las Islas Alejandro Afonso por el mismo margen.

Desgraciadamente un problema de ajuste a la norma para la edad ub-21 (o su interpretación) motivó que los dos grandes luchadores canarios (el anteriormente señalado Alejandro Afonso y Cristo Manuel Hernández) no pudieran sumar sus puntos a los logrados por su combinado, asunto que en los prolegómenos del campeonato motivó una seria polémica en la organización, de la que se salía con un acuerdo en el que primó el interés general por contar con la participación de todos los asistentes y el correspondiente disfrute para la afición, por encima de los propios intereses en busca de la por todos muy deseada victoria.