Las segundas jugadas importan
Partido muy rico a nivel táctico. Entre los muchos conceptos sin duda hubo dos destacados por parte de los andaluces. La premisa clara de ser muy verticales y rápidos tras robar el balón. Y por parte de los leoneses, la utilización masiva de los laterales con balón en acciones ofensivas en campo rival. Esto último fue una constante en la primera parte. Así Muguruza tuvo una de las mejores ocasiones del partido tras encontrar el espacio a la espalda de la defensa local, tirando un demarque de ruptura en el que recibió un balón directo, aprovechando el movimiento de Percan arrastrando a marcador.
El mismo atacante leonés tuvo una oportunidad muy similar, y es que la premisa era ser directos cuando el equipo andaluz no presionaba la salida a los centrales, y que además de esto adelantaba su propia línea defensiva. Por lo tanto esto hizo encontrar varias acciones con balones directos buscando la espalda del rival. Sin el balón los leoneses no sufrieron en exceso en las transiciones defensivas. El mayor problema fueron los rechaces de las segundas jugadas. Al ser tan directos como decíamos, se produjeron más acciones divididas de lo habitual. Esto sí provocó ciertos momentos de desorden. Aun así, fue capaz de controlarlo en cierta manera hasta que, en otro contexto del juego y tras una acción a balón parado se produjo otra segunda jugada, en ella llego la acción del gol local. Toni García recogía su propio rechace tras sacar un saque de esquina puso un segundo centro al área que Víctor Mena cabeceó al palo largo. Este gol tuvo dos errores que suelen producirse cuando en estas acciones hay segundas jugadas, el primero es la ausencia de jugador en zona de rechace defensivo cercano al lado donde se saca el córner, y el segundo es la pérdida de marcas y referencias zonales tras el primer corte de balón.
En lo estructural los leoneses repitieron estructura 1-4-2-3-1, y jugadores con respecto a la jornada pasada, hasta el cambio de Cristian por Solís en el que también se modificó estructura. Destacar la gran versatilidad del equipo andaluz, llegando a jugar con hasta 3 estructuras de juego diferentes, alternando además jugadores posicionalmente.